¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

Reformadores de metanol más eficientes están en marcha, el Fraunhofer IMM los está perfeccionando

El hidrógeno está llamado a ser el combustible del futuro, aunque uno de sus problemas es cómo transportarlo de forma eficiente. Además del amoniaco, otro transportador de hidrógeno muy razonable es el metanol (CH3OH). A partir de él se puede extraer hidrógeno (H2) y dióxido de carbono (CO2), sirve cualquier depósito convencional y su producción es muy económica.

El quid de la cuestión está en el reformado, es decir, el proceso por el cual el metanol se transforma en hidrógeno, para lo cual hacen falta unas reacciones químicas con catalizadores y calor. En el estado de la técnica actual hay problemas cuando se trata de sistemas en movimiento y no se aprovecha bien el calor de la reacción.

Investigadores del Instituto Fraunhofer de Microingeniería y Microsistemas (IMM) confían en resolver los dos problemas con un nuevo desarrollo de reformador de metanol. Además, evitarán las emisiones de monóxido de carbono cuando el reformador trabaja con carga parcial. A mediados de año estará listo un prototipo de reformador móvil de 35 kW de potencia.

Prototipo de reformador de metanol – Fotografía: Fraunhofer IMM

Los investigadores del IMM explican que en los reformadores de metanol que están en movimiento los catalizadores se desgastan y no se aprovechan completamente. Para solucionar ese problema han optado por recubrimientos catalíticos que contengan metales preciosos similares a los que se utilizan en los convertidores catalíticos de automoción. Como la actividad de los catalizadores es superior, hace falta menor cantidad de metales preciosos.

Para solucionar la gestión del calor, lo que han hecho es aumentar la eficiencia energética del reformador -esto es, reducir pérdidas-. Recubren los intercambiadores de calor de placas con el material catalizador y los combina en pilas de hasta 200 placas. Cuando el vapor fluye sobre las placas, entra en contacto con el catalizador y también se calienta de manera muy eficiente en los pequeños canales. La pila de combustible de hidrógeno aporta vapor y se aprovecha también.

Todo esto consigue que el reformador pueda ser más pequeño y también más barato. Esto hace viable su producción a gran escala. Pero antes de eso se tienen que hacer pruebas del reformador en diversos tipos de vehículos. En teoría sirve para cualquier vehículo en el que se pueda acomodar un depósito, reformador de metanol, pila de combustible de hidrógeno y motor eléctrico.

El metanol se transforma en hidrógeno en el reformador, el hidrógeno alimenta la pila de combustible, y esta genera electricidad y vapor de agua. Las emisiones de CO2 en el reformado son neutras

Una de las aplicaciones más prometedoras del metanol es en barcos de transporte de larga distancia

Respecto al mundo del transporte marítimo, el metanol tiene muchas posibilidades, especialmente si hablamos de metanol verde -obtenido con energías renovables-. Esto permitirá a las grandes navieras neutralizar muchas emisiones de carbono, ya que son «las gallinas que entran por las que salen», el CO2 emitido es el mismo que se absorbió en su generación, por lo que no es un emisor neto.

Por ejemplo, Maersk tendrá a partir del año que viene una flotilla de 12 megabarcos contenedores cuyas máquinas funcionan tanto con gasóleo marítimo como con metanol. De hecho, solo para alimentar a esos barcos se ha hecho un enorme pedido a seis empresas energéticas para que se pongan a producir metanol verde en cantidades astronómicas.

Fuente | Fraunhofer IMM

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame