A finales de 2021 llegó a la capital catalana el primero de ocho autobuses de pila de combustible de hidrógeno que van a prestar servicio con Transportes Metropolitanos de Barcelona. Se trata de un H2 City Gold producido por CaetanoBus en Portugal con pila de combustible de hidrógeno de Toyota. A partir de mañana, jueves 7 de abril, comienza su servicio regular
Esta unidad ha estado realizando pruebas operativas desde que llegó a Barcelona. La infraestructura para su repostaje estuvo lista en menos de un año, un electrolizador alimentado con energía renovable que le suministrará 20 kg de hidrógeno verde al día, un poco más de la mitad de la capacidad de sus tanques (37,5 kg). Además, lleva baterías de litio con 44 kWh de capacidad.
Este autobús va a funcionar en la línea X1 de TMB, que conecta desde septiembre el centro de la ciudad con los nodos intermodales de Francesc Macià y Glòries; es un servicio semidirecto o XPRESBus. De aquí a 2025 TMB va a incorporar 508 autobuses: 223 eléctricos, 46 de hidrógeno y el resto de gas natural. Parte de la financiación viene del programa JIVE 2, que ya ha puesto en marcha 298 vehículos de hidrógeno y 20 estaciones de recarga en seis países europeos.
Por recordar sus características técnicas, es un autobús de 12 metros de largo de piso plano y tres puertas, con una potencia motriz de 180 kW, muy por encima de lo que da la pila, 60 kW. El truco está en que la pila lo que hace es ir rellenando las baterías al margen de la potencia que demande el motor, y las baterías sí pueden dar una potencia elevada, aunque no durante mucho tiempo. Esta configuración es la habitual en vehículos de pila de combustible de hidrógeno.
Lógicamente, las emisiones locales del autobús se limitan a vapor de agua. Iberdrola, que controla la infraestructura de recarga, proporcionará el hidrógeno verde a los autobuses del TMB durante 10 años. Será tiempo de sobra para justificar -o no- la conveniencia de los autobuses de hidrógeno respecto a los 100% eléctricos, ya que para mover un autobús de hidrógeno hay que emplear más energía que para mover uno eléctrico a baterías.
No obstante, esta infraestructura también es un elemento del hub del hidrógeno en la Zona Franca de Barcelona, que va a suministrar este combustible a otros vehículos e industrias que lo precisen. La capacidad de la planta está prevista para ir alimentando a los autobuses de TMB según vayan creciendo en número.