El Gobierno alemán apoyará la propuesta legislativa de la Unión Europea para prohibir la venta de automóviles térmicos nuevos a partir de 2035. A pesar de las recientes declaraciones de su ministro de Economía, Christian Lindner, que calificó esta medida como «un error», el país germano respaldará la polémica iniciativa… siempre y cuando se modifique un aspecto fundamental de la misma.
Y es que la ministra de Medio Ambiente, Steffi Lemke, ha condicionado el apoyo alemán a que se permita la venta de vehículos capaces de funcionar con combustibles con emisiones de dióxido de carbono neutras; es decir, combustibles sintéticos o e-fuels. Firmas como Porsche actualmente se encuentran trabajando en esta tecnología.
«Esta adición es importante para Alemania, y creemos que también puede ser un puente para la discusión general», declaró Lemke durante una reunión de ministros de medio ambiente de la Unión Europea. Por otro lado, no debemos perder de vista que Alemania no será el único país de la Eurozona que no respaldará la norma en su forma actual.
Un total de cinco países (Bulgaria, Eslovaquia, Italia, Portugal y Rumania) propondrán posponer la prohibición hasta el año 2040, abogando por establecer un objetivo de reducción de emisiones del 90% en lugar del 100% para 2035. En cuanto a los vehículos comerciales ligeros, pedirán una reducción del 80% en vez del 100%, postergando su prohibición efectiva de nuevo a 2040.
Existe cierta división en el seno de la Unión Europea
Los ministros de estos países defienden la necesidad de establecer periodos de transición adecuados y personalizados, así como de expandir la infraestructura de carga necesaria para la popularización del coche eléctrico. Algunas voces señalan además que este tipo de políticas deberían tener en cuenta las diferencias en el poder adquisitivo de los diferentes países que integran la Unión Europea.
Incluso si la propuesta de Bruselas saliera adelante sin modificaciones, en la práctica no se prohibiría por completo la venta de automóviles con motor de combustión interna, pues aquellos fabricantes que vendan menos de 1.000 vehículos al año no se verán afectados por las nuevas regulaciones. Además, aquellos que fabriquen entre 1.000 y 10.000 unidades podrán solicitar una exención.
Marcas como Ariel, Bugatti, Caterham, Morgan, Pagani o Koenigsegg pertenecerán al primer grupo, mientras que en el segundo encontraremos nombres de la talla de Aston Martin, Lamborghini o McLaren. Por lo tanto, los grandes beneficiados serán los pequeños fabricantes artesanales y las exclusivas firmas de lujo, cuyo volumen de ventas es ínfimo dentro del cómputo global europeo.
Fuente | Automotive News Europe