Hasta 4.000 dólares de ayuda a la compra de coches eléctricos de segunda mano. La receta de EEUU para aumentar las ventas
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Publicado: 22/08/2022 11:21
Recientemente se aprobó en Estados Unidos uno de los paquetes legislativos más relevantes de la Administración Biden, la Inflation Reduction Act. Entre otras cosas, la nueva normativa manda el mensaje a los fabricantes de que produzcan sus coches eléctricos en Norteamérica con la máxima implicación de una cadena de suministro local. De ser así, sus modelos optarán a ayudas fiscales de hasta 7.500 dólares para sus propietarios.
Otra de las consecuencias de esta normativa es que se darán ayudas fiscales por la compra de coches eléctricos usados, así como híbridos enchufables. Este apartado entrará en vigor en 2024 y las ayudas serán de hasta 4.000 dólares, pero hay una buena lista de condiciones a cumplir. Para empezar, solo contarán las ventas de profesional a particular, si este es el segundo propietario, para vehículos de menos de 25.000 dólares que hayan estado en orden de marcha desde 2022.
La ayuda en forma de bonificaciones fiscales será de 4.000 dólares o el 30% del precio de compra, por lo que el máximo beneficio se obtiene en modelos de 13.500 dólares o menos. De momento las condiciones parecen difíciles de cumplir, no habrá muchos coches eléctricos usados a esos precios y que sigan en manos del primer propietario. Pero es un avance.
La medida beneficia especialmente a los CPO (seminuevos garantizados), si es su primera transferencia, y hasta 25.000 dólares
En cuanto a las condiciones económicas que han de cumplir los solicitantes, no podrán ganar más de 75.000 dólares al año, en el caso de solteros. Los cabezas de familia tendrán un máximo de 112.500 dólares de ingresos, y las parejas 150.000 dólares sumando sus rendimientos. Queda por tanto una cosa clara, el dinero público no se destinará ni a ricos, ni a coches para ricos.
Por otro lado, se incentivaría la venta de coches eléctricos que acumulen una gran depreciación, y eso suele ir ligado a que sus baterías acusan degradación habitualmente (o que tienen esa fama), con muchos kilómetros, o que son vehículos con muy baja demanda. Por ejemplo, podría ser el caso de un Ford Focus Electric/Energi, un modelo ya descatalogado del que no hay recambios reales para las baterías.
Los modelos que se podrían beneficiar en 2024 de estas ayudas en la actualidad no pueden ser muy caros, podríamos poner como ejemplo a los MINI Cooper SE, Chevrolet Bolt, Toyota Prius Prime, Nissan LEAF, BMW i3, Hyundai IONIQ o Kia Niro. Según Recurrent Auto, en el primer trimestre de 2022 el precio medio de transacción de un eléctrico usado fue de 40.714 dólares, muy por encima del límite de 25.000 dólares que impone la norma.
Es más, añadieron que, durante los últimos 90 días (anteriores a julio) menos del 18% de las ventas de coches eléctricos usados de los distribuidores que conocen, más de 50.000, estaban por debajo de los 25.000 dólares. Sabiendo esto, parece que la norma se ha fijado el objetivo de que los estadounidenses con un nivel de ingresos medio puedan permitirse un coche eléctrico o híbrido enchufable de precio contenido.
Como hemos visto, estarán a tiro por 25.000 dólares coches que más bien se comprarían europeos, no son grandes, no son muy potentes, no cuentan con autonomías de escándalo y tampoco son un signo de ostentación. Y a diferencia de los eléctricos que se subvencionan nuevos, no hay requisito de que se hayan construido en EEUU, y da igual de dónde viniesen sus baterías.
Desde que el presidente Joe Biden firmó la Inflation Reduction Act, el número de modelos nuevos que optan a créditos fiscales de hasta 7.500 dólares se ha reducido drásticamente. En la web de FuelEconomy.gov, dependiente del Gobierno Federal de Estados Unidos, hay una lista de los modelos eléctricos que pueden beneficiarse de las ayudas si se compran nuevos. Los pedidos en firme realizados antes de la firma de la ley se benefician del sistema antiguo.