El Gobierno de España ha vuelto a cambiar de opinión, y van.,. La misma medida que ayer se descartaba -a propuesta del jefe de la oposición- hoy la ha anunciado el presidente, Pedro Sánchez, ante el micrófono de Angels Barceló. A partir de octubre, se rebajará el IVA del gas natural del 21% al 5%. No compensará lo que suba el gas, pero algo es algo.
Se busca así paliar el bolsillo del ciudadano ante la llegada del otoño y el invierno. La medida durará todo el cuarto trimestre, con un impacto en las arcas públicas de 190 millones de euros, de acuerdo a la ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero, por la recaudación menguante.
Esta medida se suma a la subvención de 20 céntimos por litro en gasolina, gasóleo y GLP, cuyo impacto presupuestario se cifró en 1.423 millones de euros hasta el 30 de junio. El descuento fue ampliado y no se descarta ampliar su ámbito temporal. Ampliando la ayuda hasta fin de año, se suman a la factura 4.038 millones de euros. Solo en este concepto, desde mayo hasta diciembre, se dejan de recaudar 5.461 millones de euros.
Una suma fácil de ambas magnitudes implica un cese de recaudación de más de 5.651 millones de euros, que es prácticamente siete veces el presupuesto asignado a las ayudas del Plan MOVES III para la adquisición de vehículos eléctricos (400+400 millones de euros) y la financiación de puntos de recarga. Si os estáis preguntando si Hacienda pierde, deciros que es como la banca del casino. Siempre gana.
Sin embargo, muy superior es la cuantía que resulta de rebajar el IVA de la electricidad del 10% al 5%, y haber dejado el impuesto específico a la luz a una cantidad simbólica, unos 10.000 millones de euros. De todas formas, el mero incremento del precio del petróleo refinado, el gas natural y la electricidad ya implicaban una mayor recaudación, ya que el IVA aumenta según suba la base imponible. Solo el impuesto de hidrocarburos amortigua solito el IVA menguante por repostar combustible.
Mientras todo esto sucede, en España ni el 3% de los turismos que se matriculan son eléctricos, en agosto fue solo el 2,8%. Las ayudas del MOVES III tienen fama de ser muy lentas, ni mucho menos son automáticas, y los hay que llevan dos años esperando. Y el sector de la distribución del combustible tiene que hablar también sobre la rapidez de Hacienda para cobrar, y la parsimonia que hay para devolver lo prometido.
España, a 2022.
