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La UE finalmente rebajará la ambiciosa normativa de emisiones Euro 7

A partir del año 2035, la Unión Europea prohibirá la venta de automóviles nuevos con motor de combustión interna. Algunos fabricantes, que ya consideran este cronograma demasiado ambicioso, llevaban meses alertando de que la exigente normativa de emisiones Euro 7, cuya entrada en vigor originalmente iba a tener lugar en 2025, podría adelantar la desaparición de los coches térmicos, lo que supondría un duro golpe para la industria.

La presión de los grandes grupos finalmente ha provocado que las autoridades acepten realizar una profunda revisión de la normativa. La Comisión de Transporte ha decidido dar marcha atrás tras evaluar la nueva situación geopolítica, que ha llevado a un importante incremento en los precios de la energía y las materias primas.

Los límites de emisiones serán muy similares a los de la Euro 6d. Las marcas justifican sus presiones por la necesidad de centrar sus inversiones en el coche eléctrico, pues de tener que cumplir con una normativa más estricta, se verían obligadas a destinar muchos recursos para evolucionar sus motores de combustión interna, los cuales además se quedarán desfasados al cabo de una década.

Dado que a partir de 2035 los coches térmicos dejarán de poder venderse en Europa, la industria considera que no tiene sentido endurecer todavía más las normativas de emisiones durante el periodo de transición. Una Euro 7 «blanda» permitirá paliar parcialmente la escalada de precios que actualmente sufre el sector.

Dacia Sandero Stepway

La Euro 7 será similar a la Euro 6d

Respecto a la Euro 6d se añadirán algunos puntos como unos límites más estrictos para ciclomotores, camiones y autobuses, así como novedades como la medición de las partículas generadas por los frenos. También se espera que se recojan requisitos mínimos para la durabilidad de las baterías de los coches eléctricos.

Aunque los límites de emisiones no se endurecerán demasiado, las pruebas y controles sí que serán más estrictos, con unas tolerancias de medición más reducidas. Se vigilará más de cerca el cumplimiento de la normativa, que probablemente incluya el control de emisiones durante toda la vida útil de los vehículos.

La nueva legislación se hará oficial el próximo 9 de noviembre. Grupos como Transport & Environment no han tardado en criticarla, acusando a los organismos europeos de ceder ante las presiones de las grandes compañías. «La UE se ha plegado a los fabricantes, contribuyendo a priorizar las ganancias corporativas en lugar de la salud de las personas», explica su portavoz, Anna Krajinska.

Fuente | Frankfurter Allgemeine Zeitung

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