El coche eléctrico de 100 euros al mes de Macron llegará a finales de año

El pasado año conocíamos la iniciativa del Gobierno de Francia para reducir el coste energético de las familias, y donde el protagonista sería un sistema de renting de bajo coste de un coche eléctrico. Un programa que por apenas 100 euros al mes permitiría a los interesados poder electrificar sus movimientos.

Esta propuesta tiene que superar muchas dificultades. Así lo ha confirmado el Ministro de Transición Ecológica y Cohesión Territorial de Francia, Christophe Béchu, que ha indicado que la puesta en marcha de este nuevo sistema permitirá el acceso a la tecnología a las rentas bajas tendrá lugar a finales de este 2023, pero que será necesario encontrar un vehículo que se adecue al exigente presupuesto.

Según el Ministro galo “La medida se pondrá en marcha antes de fin de año. El Ministro agregó que el gobierno tenía en mente dos retos prioritarios: “El primero es obviamente cumplir la promesa del Presidente de la República. La segunda es que esta medida beneficie a la industria automovilística europea, ya que no queremos acabar subvencionar coches que se fabricarían al otro lado del mundo.»

Para el gobierno francés esta medida también debe reactivar el sector automotriz. “Hay en juego miles de puestos de trabajo en la industria automotriz. Toda la estrategia es que esta ayuda permita apoyar a la industria europea y, por lo tanto, que no implementemos la medida de arrendamiento antes de que tengamos medidas europeas.”

Un coche eléctrico en renting por 100 euros al mes

Por ahora no se conocen todos los detalles del programa. Pero gracias a las ayudas y bonificaciones, esperan permitir poner en marcha una financiación asequible, un coste de sólo 100 euros al mes, que acerca el coche eléctrico a todos los bolsillos, y que en la práctica supondrá pagar menos del coste de moverse con un coche diésel o gasolina.

Las primeras personas que deberán beneficiarse de la oferta serán aquellas cuyos ingresos no permitan la adquisición de un coche eléctrico nuevo, así como los profesionales autónomos que utilicen su coche para desarrollar su trabajo.

Ahora el reto es lograr encontrar vehículos capaces de cumplir con las exigentes cifras que maneja el gobierno francés. Un coche lo suficientemente económico como para que después de las ayudas, su coste financiero sea extremadamente bajo. Y además, un coche primordialmente fabricado en Francia, o en su defecto dentro de la UE.