Durante el XXXII Congreso & Expo de Faconauto (Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción), Alberto Núñez Feijóo, líder de la oposición, ha anunciado que el Partido Popular se encuentra elaborando un Plan para la Automoción de España 2030, con el cual se buscará «revertir la situación del mercado» español.
Entre otras cosas, se contempla la concesión de ayudas a la renovación de vehículos de gasolina y diésel. Feijóo afirma que la forma más rápida de avanzar en la descarbonización del parque automovilístico, que tiene una edad media de 13,5 años, es incentivar la sustitución de los coches más viejos por otros más modernos, facilitando «el acceso al vehículo privado» y apostando «por la seguridad vial».
En paralelo, el político gallego ha propuesto varias medias para impulsar la electrificación del país. Su objetivo es mejorar el Plan MOVES III con medidas fiscales de apoyo a la compra de vehículos eléctricos (reducción del IVA a los particulares, deducciones a las empresas…), así como poner en marcha un programa de implantación de infraestructuras de recarga.
Feijóo también ha abogado por un modelo de «transición y no de ruptura» para la industria. De acuerdo con la nota publicada por el Partido Popular, su plan aspira a «propiciar un equilibrio entre sostenibilidad, rentabilidad y el porvenir de la industria, facilitando el acceso al vehículo privado al ciudadano medio y evitando que se convierta en un artículo de lujo».
Feijóo tilda de fracaso el Plan MOVES III
La formación defiende «un modelo de transición ecológica y energética que sea progresivo, busque una evolución en el tiempo y no penalice a los usuarios de automóviles, a la producción ni al empleo», para lo que se debe activar «un plan para fortalecer el tejido productivo nacional y el sector de la automoción, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono y mejorando la seguridad vial».
Estas propuestas van en línea con los planteamientos de Faconauto, cuyo presidente, Gerardo Pérez, aprovechó el evento para mostrar su descontento con el diseño del Plan MOVES III, con la falta de infraestructura de carga y con las trabas para tramitar los permisos necesarios para la instalación de nuevos puntos.
Pérez también expresó su rechazo a la normativa de emisiones Euro 7 y al objetivo de la Unión Europea de prohibir la venta de coches nuevos con motor de combustión interna a partir de 2035. El presidente de la patronal de concesionarios cree que la movilidad eléctrica no es una opción real en la actualidad y que el automóvil «está quedando demasiado lejano» a la clase trabajadora.
Fuente | La Tribuna de Automoción
