Según los últimos rumores de la prensa alemana, Tesla se está preparando para adquirir la empresa de carga inalámbrica Wiferion, una empresa con sede en Friburgo, especializada en soluciones de carga y con tecnología de carga inalámbrica y que lleva desde 2015 comercializando sus productos.
Ahora, el portal económico Badische Zeitung ha indicado que según los registros comerciales alemanes, Wiferion está en conversaciones con Tesla para vender su negocio a los norteamericanos de vender su negocio a Tesla.
Según el registro: “Los accionistas tienen la intención de vender sus acciones en la empresa mediante un acuerdo de compra a Tesla International Limited”.
El acuerdo podría ser un paso importante en el movimiento de Tesla hacia la tecnología de carga sin cables. Un sistema que ya a principios de este año apareció en una presentación del fabricante californiano ante los accionistas y donde se podía ver un Tesla estacionado en un garaje sobre una plataforma de carga inalámbrica.
No es la primera vez que Tesla adquiere una empresa para mejorar o expandir su catálogo o productos. Podemos recordar por ejemplo como en 2019, Tesla adquirió Maxwell Technologies. Ese mismo año compraron la empresa de fabricación e ingeniería de baterías Hibar Systems. Movimientos todos ellos destinados a ayudar a Tesla a desarrollar sus propias baterías.
Movimientos que ahora podrían continuar con esta adquisición que supondrá la inmersión de una de las marcas más influyentes del mercado en una tecnología que lleva unos cuantos años entre nosotros, pero que no termina de arrancar comercialmente.
Una carga inalámbrica con infinitas posibilidades, que permite no sólo poder cargar el coche sin tener que conectarlo a una toma física, sino también desplegar estaciones de carga pública menos expuestas a las inclemencias o los actos vandálicos, con la flexibilidad de poder desplegar estaciones con menor impacto visual, y también ofrecer soluciones de carga a sistemas pesados donde el cable puede ser un reto.
Un sistema con muchas luces, pero también algunas sombras, entre las que destacan la necesidad de contar con un formato común, que los coches estén preparados para su uso, pero sobre todo, que tiene en la eficiencia su punto más crítico.
