De acuerdo con un informe realizado por Deloitte, hay una alta probabilidad de que Alemania sea incapaz de alcanzar sus objetivos climáticos debido al elevado precio de los coches eléctricos. La consultora señala que el precio es uno de los factores más importantes a la hora de elegir un automóvil para el 31% de los alemanes, lo que afecta negativamente a las ventas de los modelos cero emisiones.
Y es que, frente a los 31.000 euros que cuesta de media un coche término en el país, un eléctrico se va a 42.500 euros. Además, la empresa estima que la paridad de precios no se alcanzará hasta 2028-2030, por lo que la situación no cambiará a corto plazo. Por lo tanto, es poco probable que se logre la meta de tener 15 millones de coches eléctricos en circulación para 2030.
«Para que los coches eléctricos lleguen a las masas, esta diferencia de costes debe reducirse. Ahora se trata de ofrecer vehículos eléctricos en el segmento de volumen. En este momento hay muy pocas ofertas en el mercado alemán», explica Harald Proff, líder global del sector automovilístico en Deloitte, que predice que, de no cambiar las condiciones actuales drásticamente, para finales de la década sólo habrá 11,7 millones de coches eléctricos en Alemania.
Un punto clave para revertir esta situación es la potencial caída en el precio de las baterías, que se logrará gracias a las economías de escala y a la popularización de químicas más asequibles. Deloitte calcula que los nuevos fabricantes chinos, que controlan en gran medida la cadena de valor, cuentan con una ventaja a nivel de costes del 13-27% en una batería de 60 kWh frente a los grupos tradicionales.
Los fabricantes chinos irán ganando peso en los próximos años
«Actualmente, los nuevos fabricantes, por ejemplo de China y Estados Unidos, producen sus baterías mucho más baratas que los fabricantes tradicionales. Si mantienen esta ventaja de costes y la trasladan a los clientes finales, podríamos acercarnos al objetivo de 15 millones mediante mayores importaciones de coches eléctricos«.
En este escenario se llegaría a entre 12,3 y 13 millones de coches eléctricos en circulación; eso sí, uno de cada cinco sería de origen chino. Incluso si su actual ventaja se esfumara (algo que no parece que vaya a pasar a corto o medio plazo), las marcas chinas se harán como mínimo con un 8% del mercado alemán.
«Aunque los nuevos fabricantes están actualmente por delante en la tecnología de baterías y, por lo tanto, pueden atender mejor al segmento de volumen, la carrera aún no está decidida. Se siguen investigando nuevas tecnologías de baterías a gran velocidad. Por lo tanto, los fabricantes tradicionales tienen la oportunidad de convertirse en pioneros de una nueva tecnología«.
Fuente | ecomento
