En 2024, el Volkswagen ID.3 ampliará su gama con una versión de altas prestaciones que llevará el apellido de GTX. La asociada a sus modelos eléctricos más potentes y con tracción integral, por lo que se convertirá en la primera versión del compacto en montar dos motores.
Esta variante ha sido cazada durante unas pruebas de invierno, que serán las últimas antes de su llegada al mercado que se estima se producirá a mediados del próximo año.
Estos test se han completado en el norte de Europa, donde el ID.3 puede realizar unas de las pruebas más relevantes durante la fase de desarrollo y comprobar el rendimiento bajo las condiciones más complejas del frío invierno del norte.
Esta unidad cuenta con un acabado exterior en color blanco, y donde no hay grandes concesiones a la estética respecto a la versión básica, más allá de unas llantas que son las mismas que lleva el ID.5. Si llama la atención un elemento sobre el capó, pero se trata de un conjunto de luces extra que se usan durante las pruebas en el norte de Europa, donde las condiciones pueden ponerse muy complicadas. Un elemento que por supuesto no formará parte del diseño del coche.
Pero sin duda la conclusión al ver las fotos, es que Volkswagen lanzará una versión estéticamente muy plana del GTX. No habrá nada que le distinga de la variante de 170 CV, la más accesible. Un problema por desgracia bastante extendido dentro del mundo del coche eléctrico, donde no hay apenas concesiones a la deportividad más allá del sistema de propulsión.
Y es que, como recordamos, el ID.3 GTX será un verdadero deportivo. El compacto contará con un sistema de propulsión con una potencia de 250 kW (340 CV), haciendo que el ID.3 GTX supere en potencia al Golf R «20 aniversario» de 333 CV. Sus prestaciones estarán a la altura de lo que se espera de un hot hatch de su categoría, con un 0-100 km/h inferior a los 5 segundos.
Conservará el pack de baterías de 77 kWh ya visto en el ID.3 Pro S, lo que le permitirá rondar los 500 km WLTP de autonomía. En cuanto a la carga, llegará a un pico de 170 kW en corriente continua, tardando 30 minutos en recuperar el 75% (5-80%) de su alcance.
La puesta a punto de su chasis también será específica. Aunque el tarado de sus suspensiones resultará más firme, otorgándole un mayor dinamismo y agilidad, seguirá tratándose de un automóvil lo suficientemente confortable como para viajar de forma cómoda, siguiendo la filosofía de «gran turismo» típica de los Volkswagen GTI, GTD, GTE y GTX.
La buena noticia es que estamos hablando de una unidad de pruebas, que todavía puede recibir algunas concesiones estéticas en el diseño final, con llantas más agresivas, con pinzas de freno a la vista, e incluso algún alerón extra.
Una versión que tendrá el difícil objetivo de revivir unas ventas del ID.3 que se han hundido de forma dramática en los últimos meses, no solo alejándose del objetivo inicial de vender entre 200.000 y 250.000 unidades al año, sino incluso reduciendo sus cifras según pasan los ejercicios, cerrando 2022 con apenas 50.000 unidades en toda Europa.
Todo en medio de un mercado del coche eléctrico que ha disparado sus cifras de ventas en nuestro mercado, pero donde modelos como el ID.3, el Nissan LEAF o el Renault ZOE, no han sido capaces de seguir el ritmo de los grandes protagonistas, como Tesla, MG o incluso primos hermanos del VW, como el Skoda Enyaq.
El reto del Volkswagen ID.3 GTX
¿Qué tendrá que ofrecer el ID.3 GTX para resucitar las ventas del compacto? Además de un sistema de propulsión a la altura, debería contar con una buena autonomía, que no se vea penalizada por unas llantas más deportivas, así como un aspecto diferenciador. No necesariamente rompedor, sino que permita a simple vista diferenciarlo de las versiones básicas.
Y luego claro, está la cuestión del precio. Ahora mismo en España solo hay una versión disponible, la Pro S, con motor de 150 kW y batería de 77 kWh, con 574 km de autonomía WLTP, que tiene un precio desde 48.635 euros.
Esto supone prácticamente el mismo precio que un Tesla Model 3 Long Range Dual Motor, con sus 366 kW (498 CV) batería de 75 kWh y 678 km de autonomía WLTP. Una variante a la que en 2024 se sumará la versión Performance, que debería contar con un sistema de propulsión cercano a los 600 CV, y que suele colocarse por precio unos 5.000 euros por encima de la Dual Motor, por lo que si no hay sorpresa, esta tendría que situarse en torno a los 55.000 euros.
La conclusión es que el ID.3 actual tendrá que bajar de precio, siguiendo los pasos del Renault Megane E-Tech Electric, que recientemente ha recortado sus tarifas en España en nada menos que 4.600 euros, dejando la versión intermedia Techno EV60, motor de 160 kW (228 CV) y batería de 60 kWh, 450 km de autonomía WLTP, en un precio antes de ayudas de 38.880 euros.
También podemos recordar otro gran rival del GTX, como es el MG4 XPower, con sus 320 kW (435 CV) con batería de 61.7 kWh y 385 km de autonomía WLTP. Una versión que peca en el tema del alcance, pero que cuenta con un competitivo precio de 41.690 euros antes de ayudas o los generosos descuentos de la marca china.
Por lo tanto, si el ID.3 GTX quiere hacerse un hueco, primero tendría que empujar el precio de la versión Pro S hasta lo más cerca posible de los 42.000 euros, para de esa forma poner el GTX en unas cifras máximas en torno a los 49.000 euros.
