El Porsche Macan eléctrico cuesta lo mismo que el modelo de gasolina y ofrece una autonomía de 600 km. ¿Será suficiente para triunfar?

El Porsche Macan es, sin lugar a dudas, uno de los modelos más importantes de la firma de Stuttgart. Lanzado al mercado en 2014, este SUV mediano (segmento D) ha disfrutado de un éxito continuado a lo largo de una década, estableciéndose como uno de los principales superventas de la gama junto a su hermano mayor, el Cayenne (segmento E).

A pesar de su veteranía, el año pasado se vendieron 87.355 unidades del Macan, prácticamente empatando con el Cayenne, del que se entregaron 87.553 ejemplares. Su importancia estratégica es enorme; por ello, más de uno y más de dos se sorprendieron cuando se dio a conocer que su segunda generación sería exclusivamente eléctrica.

Si bien el Macan térmico seguirá vendiéndose en algunos mercados durante un tiempo, dejará de comercializarse en Europa esta misma primavera debido a la entrada en vigor de una nueva normativa de ciberseguridad. Por lo tanto, el recién presentado Macan eléctrico se convertirá en la única alternativa disponible. ¿Logrará mantener el éxito de su antecesor?

Para responder a esta pregunta, vamos a analizar la oferta de ambos. El Macan de gasolina actualmente se ofrece en cuatro variantes: Macan (265 CV, desde 79.693 euros), Macan T (265 CV, desde 85.411 euros), Macan S (380 CV, desde 93.313 euros) y Macan GTS (440 CV, desde 112.272 euros). La gama del eléctrico por su parte está integrada por los Macan 4 (387 CV, desde 85.382 euros) y Macan Turbo (584 CV, desde 116.914 euros).

El Porsche Macan eléctrico puede cargarse en apenas 21 minutos

Por precio, el Macan 4 equivale al Macan T, aunque por potencia en realidad está a la altura del más costoso Macan S. El Macan Turbo cuesta un poco más que el Macan GTS, pero a cambio sus prestaciones juegan en una liga completamente diferente. Como puede observarse, el recién llegado resulta muy competitivo frente a las versiones comparables de su predecesor. Además, no deberíamos descartar que, como ya ocurrió con el Taycan, más adelante se añada un modelo de tracción trasera como propuesta de acceso.

Con una autonomía de entre 613 km WLTP (Macan 4) y 592 km WLTP (Macan Turbo), el benjamín de Porsche se presenta como un coche eléctrico válido para cualquier uso, incluidos viajes de larga distancia. Por otro lado, su arquitectura eléctrica de 800 voltios le permite cargar a 270 kW en corriente continua, pasando del 10 al 80% en apenas 21 minutos. Cifras que, a falta de ver su desempeño comercial, probablemente logren convencer al público objetivo del anterior Macan de dar el salto a la movilidad eléctrica.