En noviembre de este año se celebrarán las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Diversos analistas coinciden en que, de ganar el actual favorito en todas las encuestas, el republicano Donald Trump, la industria automotriz europea podría enfrentarse a aranceles más elevados debido al perfil proteccionista del candidato.
De acuerdo con un informe elaborado por Automotive News Europe y Bloomberg, Trump ya habría hablado con sus asesores sobre la posibilidad de prohibir la venta de coches eléctricos fabricados en China (o en otros países con piezas procedentes del país asiático), lo que tendría un enorme impacto en las marcas del viejo continente, muy dependientes de la cadena de suministro china.
Un nuevo mandato de Trump podría traducirse por lo tanto en un debilitamiento de las relaciones comerciales transatlánticas. La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ya advertía el mes pasado que el viejo continente deberá prepararse para los efectos económicos de una posible reelección. En 2023, el déficit comercial de Estados Unidos con la Unión Europea fue superior a los 200.000 millones de dólares, lo que según el equipo de Trump refleja prácticas comerciales desleales.
Los dos fabricantes que más afectados podrían verse por esta situación serían BMW y Mercedes-Benz. «A Trump parece no gustarle mucho el éxito de las marcas premium alemanas. Probablemente tenga un problema con Alemania en general, una especie de relación de amor y odio», explica el analista Juergen Pieper. Unas declaraciones llamativas si tenemos en cuenta que su abuelo, Friedrich Trump (nacido como Friedrich Drumpf), fue un inmigrante alemán.
¿Un peligro para la lucha contra el cambio climático?
A esto tendríamos que sumar su visión contraria a la movilidad eléctrica y a la lucha contra el cambio climático. «Un cambio de gobierno significaría un cambio de enfoque en la electromovilidad y en la cuestión de la protección del clima. Esto afectaría a Volkswagen y a los fabricantes de automóviles premium alemanes. El riesgo se está analizando muy de cerca y, de hecho, podría convertirse en un problema importante si sucediera», apostilla Stefan Bratzel, director del Center of Automotive Management.
A raíz de la victoria de Trump, los fabricantes podrían reducir sus inversiones en vehículos eléctricos, lo que los dejaría en una situación de debilidad frente a la cada vez más poderosa industria china. Por este motivo, la Asociación Alemana de la Industria Automotriz señala que Europa debe volverse más independiente de Estados Unidos en términos comerciales y de obtención de materias primas.
Fuente | Automotive News Europe
