El ex CEO de Volkswagen se suma a las voces en contra de nuevos aranceles a los coches eléctricos chinos
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Publicado: 07/06/2024 09:11
Herbet Diess ha sido una de las figuras más importantes de la industria del automóvil mundial, siendo presidente del Volkswagen entre los años 2018 y 2022. Un directivo que empujó, luchando contra las reticencias internas, al fabricante alemán a realizar grandes inversiones para la producción de coches eléctricos. Una voz autorizada que ahora se ha posicionado en contra de elevar los aranceles a los coches eléctricos que llegan desde China.
Durante una conferencia organizada por Bloomberg, Diess ha indicado que poner nuevos aranceles a los coches eléctricos fabricados en China tendrá efectos negativos en Europa, como el incremento de la inflación y el retraso en la transformación energética del transporte en el continente.
China ha logrado grandes avances en la economía de escala productiva de sectores como las energías renovables y los coches eléctricos, que han permitido reducir los costes de dos tecnologías clave para la transición energética del mundo. Es por eso que para Diess, poner barreras supondrá un efecto negativo para todo el mundo.
El ex-directivo ha puesto un ejemplo de los riesgos de la dinámica proteccionista actual con el ejemplo de los semiconductores. Unos chips que occidente se ha propuesto producir, tanto en Europa como en Estados Unidos, que reducirá los riesgos estratégicos, pero que duplicará los costes respecto a la producción en Taiwán.
Según Diess: «El mundo debería estar feliz de que China haya invertido tanto en tecnología de energía s renovables en los últimos años. No creo que ningún otro país hubiera podido lograr tanto y por tan poco dinero«.
Los riesgos de nuevos aranceles en Europa a los coches eléctricos chinos
Europa se encuentra en una encrucijada con respecto a su relación comercial con China, especialmente en el sector de los coches eléctricos. La posible imposición de nuevos aranceles a estos vehículos puede traer consigo una serie de riesgos significativos que deben ser cuidadosamente considerados por las autoridades comunitarias.
En primer lugar, aumentar los aranceles podría encarecer los coches eléctricos importados de China, lo que tendría un efecto negativo en los consumidores europeos. La demanda de coches eléctricos ha estado creciendo rápidamente en los últimos años. Sin embargo, el aumento de los precios podría desalentar a los consumidores, ralentizando todavía más esta transición y afectando negativamente a los objetivos ambientales de la UE.
Además, podrían provocar tensiones comerciales entre Europa y China. China es un socio comercial clave para muchos países europeos, y una medida proteccionista de esta naturaleza podría desencadenar represalias. Esto podría llevar a una guerra comercial que impacte no solo al sector automotriz, sino también a otras industrias que dependen del comercio entre ambas regiones.
Otro riesgo significativo es la posible afectación a la innovación y la competitividad. Los coches eléctricos fabricados en China han logrado importantes mejoras en diseño, calidad, prestaciones y sobre todo, reducción de costes.
Imponer nuevas barreras arancelarias podría reducir el acceso de los consumidores europeos a estas mejoras, lo que a su vez podría ralentizar el ritmo de la transformación del sector transporte en un mercado fuertemente dependiente en el plano energético como es Europa.
En resumen, aunque la idea de los políticos europeos pueda ser proteger la industria automotriz del viejo continente de la mayor competitividad china, la imposición de nuevos aranceles a los coches eléctricos fabricados en el gigante asiático presenta riesgos considerables en diferentes sectores.
Una decisión que debería hacerse pública una vez pasadas las elecciones europeas de este domingo, y que todas las informaciones indican que se caminará hacia una solución intermedia, con un incremento de los aranceles, pero menos de lo que piden las posiciones más duras.