Toyota apuesta por nuevos motores de combustión para reducir las emisiones ¿Acierto o error?
7 min. lectura
Publicado: 02/06/2024 07:00
Esta semana se ha producido un acto con una gran cuota de importancia industrial, económica y simbólica. La presentación de los futuros motores de combustión interna de Toyota, que compartirá con sus socios de Subaru y Mazda, que han compartido un poco habitual evento conjunto para presentar la nueva estrategia. Una apuesta por un modelo que para muchos es un callejón sin salida, que ha levantado de nuevo mucha polémica. Pero ¿es acertada la estrategia de Toyota?
Según el director ejecutivo de Toyota, Koji Sato: «En una era en la que el desarrollo de la tecnología de los vehículos eléctricos con batería se está acelerando, hay un nuevo papel que podemos desempeñar también para el motor de combustión interna«.
El objetivo es desarrollar una nueva generación de motores gasolina que puedan trabajar de forma conjunta con baterías en configuraciones híbridas. La gran apuesta de una Toyota que sigue logrando grandes cifras de ventas y que está explotando al máximo su pionera apuesta por estas configuraciones.
La apuesta de Toyota con los motores de combustión interna, se produce en un momento en que las ventas de coches eléctricos se han desacelerado debido a factores como los elevados precios, la lenta expansión de las redes de carga, así como los ciclos de cambio generacional en marcas clave como Tesla o General Motors.
Eso ha llevado a un repunte en la venta de coches híbridos, lo que ha motivado a los grupos tradicionales a recuperar parte de la inversión en estos modelos.
Toyota dijo el martes que sus nuevos motores deberían entrar en producción en el momento en que las nuevas regulaciones de emisiones de la UE se pongan en marcha a partir de finales de 2026.
Para el fabricante japonés, la apuesta por un sistema donde se dará mayor importancia a los coches híbridos se debe en parte a que según sus estimaciones, los eléctricos a batería no lograrán superar el 30% de cuota de mercado mundial. Por lo que será necesario contar con alternativas de bajas emisiones de CO2.
El cambio ya está en marcha
La cuestión es que la transformación del sector del automóvil ya está en marcha, y como ejemplo estudios como el presentado el pasado mes de febrero del banco suizo UBS, que indicaba que en 2030 las ventas de coches eléctricos en Europa llegaría a las 9.6 millones de unidades. Una cifra que supondrá multiplicar por cinco las logradas el pasado año, cuando se matricularon 2.1 millones de coches en nuestro mercado, y que otorgaría a los modelos 100% eléctrico una cuota de mercado del 60%.
A más corto plazo, podemos ver las cifras de ventas en algunos espacios clave, como China. El mayor mercado automovilístico del mundo ha logrado en el primer trimestre una cuota de ventas de coches eléctrico a batería (BEV) del 22%. A esto se suman las matriculaciones de híbridos enchufables que llevan la cuota de mercado más allá del 35%.
Una tendencia que se está acelerando, y los datos preliminares muestran que este mes de mayo, la cuota de coches eléctricos e híbridos enchufables en China llegará al 46.6% de las ventas. Una dinámica que muestra que este año, el mercado chino superará el 50% de ventas de modelos eléctricos o enchufables.
La lista es cada vez más grande, y por ejemplo podemos encontrar en Europa a Noruega, que supera el 80% de ventas de eléctricos puros, Islandia, con un 41%, Dinamarca con un 40%, Suecia un 32%, Países Bajos un 32%…todo esto en un escenario con una oferta muy limitada, centrada principalmente en los segmentos medios y altos, y antes de la llegada de los eléctricos de precio razonable que desembarcarán este año.
Las prohibiciones de ventas coches con motor de combustión
A esto sumamos las normativas que prohibirán las ventas de coches con motor de combustión, incluyendo los híbridos, y que están adoptando más países.
Y no solo en Europa. Cada vez un mayor número de países en vía de desarrollo se están dando cuenta del enorme beneficio que traerá la movilidad eléctrica a sus economías. Es el caso de Etiopía, que ha implementado una prohibición para las ventas de coches con motor de combustión.
Noruega planea prohibir la venta de coches con motor de combustión interna para 2025. No se limitarán sólo a los automóviles; También están buscando eliminar gradualmente los camiones y autobuses diésel y gasolina para 2030.
Reino Unido: los británicos planean prohibir la venta de coches y camionetas ligeras con motor de combustión para 2030, y los híbridos en 2035.
En China, algunas provincias están comenzando a desarrollar legislaciones propias, y como ejemplo la región de Hainan, que ha sido la primera en lanzar una norma que prohibirá las ventas de coches diésel o gasolina en 2030. Menos de seis años.
Unión Europea acordó prohibir la venta de coches y furgonetas ligeras gasolina y diésel para 2035, con la excepción de los combustibles sintéticos, que podrán seguir funcionando posteriormente.
Canadá. El gobierno canadiense también planean prohibir la venta de coches nuevos que funcionen con gasolina o diésel, incluyendo híbridos convencionales pero eximiendo a los híbridos enchufables, a partir de 2035.
Dentro del segundo mercado mundial del automóvil, Estados Unidos, dos estados clave por número de ventas, California y Nueva York, están desarrollando sus planes para prohibir la venta de coches gasolina e híbridos para 2035.
El listado de estados que han lanzado programas similares, o los están preparando, es muy extensa,, incluyendo: Austria, Azerbaiyán, Camboya, Chile, Croacia, Chipre, Dinamarca, República Dominicana, El Salvador, Finlandia, Ghana, Islandia, Irlanda, Israel, Lituania, Luxemburgo, México, Marruecos, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Paraguay, Polonia, Ruanda, Eslovenia, Suecia, Turquía y Uruguay.
Ante este panorama, la pregunta es si Toyota está acertando en su apuesta por el motor de combustión, o ha entrado en un callejón sin salida que le otorgará beneficios en el corto plazo, pero le encaminará hacia su desaparición al medio y largo.