Trenes sin poder repostar, hidrogeneras con los depósitos vacíos. Alemania se estrella con la realidad del hidrógeno

Alemania está viendo como la falta de suministro de hidrógeno está paralizando la flota de vehículos del país, con furgonetas, coches e incluso trenes sin poder repostar sus depósitos.

Trenes sin poder repostar, hidrogeneras con los depósitos vacíos. Alemania se estrella con la realidad del hidrógeno

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Publicado: 13/09/2024 12:13

En la búsqueda por descarbonizar su transporte, mercados como Alemania han acudido al hidrógeno como una solución a corto, medio y largo plazo. Una apuesta regada con dinero público que ha permitido desarrollar una red de repostaje, y que incluso ha animado a los operadores a poner en marcha desde flotas de furgonetas de reparto, hasta líneas férreas de trenes alimentados por hidrógeno. El problema ahora es que no hay hidrógeno.

El operador de estaciones de repostaje de hidrógeno H2 Mobility ha admitido en su web que actualmente existen cuellos de botella en el suministro de hidrógeno. En el mapa en tiempo real del sitio web de H2 Mobility, muchas estaciones de servicio están marcadas en rojo por falta de repostaje.

El informe indica que: «Debido a la escasez resultante en el mercado y a las grandes distancias hasta otras fuentes, los repostajes solo son posibles de forma limitada, o no se podrán realizar, por razones logísticas y técnicas«.

Frank Fronzke, director general y director de operaciones de H2 MOBILITY Deutschland, añadió: «Estamos ante una situación de fuerza mayor y estamos haciendo todo lo posible para encontrar soluciones en las distintas estaciones de servicio. Los clientes pueden encontrar información sobre las distintas estaciones de servicio y su disponibilidad actual en el mapa H2.LIVE. Pedimos disculpas por la situación».

Un problema de seguridad

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La pregunta es por qué de repente no hay hidrógeno. La respuesta nos la insinúa el operador, que ha publicado una nota en la que dice que «otros proveedores también someterán sus equipos de llenado y suministro de hidrógeno a más controles de seguridad, lo que provocará una escasez temporal de vehículos de reparto».

El origen de estas comprobaciones de seguridad tienen lugar en una explosión sufrida en un depósito de hidrógeno el pasado 26 de agosto, del productor de gas Linde en el parque químico de Sajonia-Anhalt, que derivó en un incendio.

Un remolque que se encargaba de transportar el hidrógeno sufrió una fuga, lo que provocó la deflagración. Una explosión que se escuchó a gran distancia y que rompió los cristales de las viviendas cercanas, aunque por suerte los daños se han limitado a lo material.

Según el periódico alemán Leipziger Volkszeitung, en uno de los depósitos había una fuga de agua. Además se indica que en el momento de los hechos, no se estaba realizando ningún trabajo ni ninguna otra actividad en el remolque o en sus inmediaciones. El remolque de hidrógeno estaba aparcado en el espacio de aparcamiento previsto y autorizado.

El productor de gas también ha anunciado que seguirá trabajando con el fabricante del remolque para encontrar la causa exacta de la fuga y la deflagración, aunque ya ha adelantado que esta no se debe a ninguna causa externa.

Como medida de precaución, Linde ha retirado temporalmente del servicio los remolques de hidrógeno de la misma serie, lo que supone que las estaciones y servicios que dependían de este transporte se quedarán temporalmente sin suministro de forma indefinida.

El resultado son empresas que han adquirido furgonetas a hidrógeno que no podrán mover sus vehículos, propietarios de coches que no podrán repostar, e incluso una línea de tren, la regional RB 33 en Baja Sajonia, se han retirado las locomotoras a hidrógeno y han sido sustituidas por los viejos modelos diésel.

Todo un éxito de un hidrógeno que además, tal como muestra el propio mapa de H2 Live, tiene un coste bastante elevado que se mueve entre los 15 y los 19 euros el kilo, lo que para un coche con un consumo medio de 1.2 kilos a los 100 km, como el que hemos logrado en su momento con el Toyota Mirai en la prueba real en autovía a 120 km/h, supone que el coste de recorrer 100 km es de nada menos que entre 18 y 22.8 euros

Fuente | H2-mobility