Europa podría tener coches eléctricos por menos de 15.000 euros, pero Bruselas se opone
Los europeos no podremos tener de momento coches eléctricos económicos por que desde Bruselas se ha decidido poner barreras comerciales a los coches eléctricos chinos, lo que entorpecerá los objetivos de reducción de emisiones y mantendrá los precios de los coches altos por la falta de competencia.
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Publicado: 01/10/2024 09:27
En los últimos tiempos estamos viendo un movimiento proteccionista de la Unión Europea en forma de aranceles, que tiene como resultado que los ciudadanos tendremos que pagar más por nuestro próximo coche, por no mencionar otros factores como la ralentización de la reducción de emisiones y la perpetuación de la peligrosa dependencia energética. Todo por proteger a sus grupos automovilísticos que se han enrocado en el motor de combustión y ahora son incapaces de competir con las nuevas fuerzas, como China.
Esta extraña decisión de Europa provoca que no podamos disfrutar de una mayor competencia en un sector clave para el bloque como es el transporte. Una situación que vendrá asociada a una irremediable pérdida de competitividad de nuestros grupos. Y es que los fabricantes europeos eran hasta ahora una de las principales referencias en el resto de el mundo. Pero ahora corren a refugiarse bajo el ala de la UE, corriendo el riesgo de perder el mercado internacional.
Esto lo podemos ver en China, donde los fabricantes europeos están en pleno retroceso. Estamos viendo estos días como Volkswagen, Mercedes, BMW o Stellantis están recortando sus previsiones de beneficios por las negras perspectivas de futuro por la caída de su demanda.
Los problemas de Volkswagen, BMW, Mercedes y Stellantis
El Grupo Volkswagen se ve sometido a una presión cada vez mayor. Su director ejecutivo, Oliver Blume, rebajó esta semana las perspectivas de beneficios de nuevo después de sólo dos meses. La razón, las ventas este año serán incluso peores de lo previsto en junio, cuando los objetivos ya fueron reducidos respecto al inicio del ejercicio.
Según informa la prensa alemana, las cosas van peor de lo esperado, especialmente para la marca principal Volkswagen, que ya está bajo presión, pero los vehículos comerciales ligeros y su propia división de proveedores también se están debilitando. La mala situación económica está reduciendo las ventas y la división de servicios financieros también gana menos, arrastrando el valor de las acciones que han emprendido una peligrosa deriva a la baja y que este año ya acumulan un descenso del 15%.
Stellantis es también otro de los grupos con perspectivas negativas. El fabricante ha reducido su objetivo de beneficio entre el 5.5% y el 7%, y sus acciones han sido las más castigadas dentro de los grandes grupos, y sus acciones cayeron casi un 14% ayer lunes, hasta situarse en los 12,50 euros. Una cifra que supone un descalabro del 53% en apenas seis meses.
Algo parecido se puede decir de Mercedes-Benz, que ha visto como su beneficio neto se colocaba en los 2.974 millones de euros en el primer trimestre de 2024, lo que supone un descenso del 24.6% con respecto al mismo periodo del año anterior. Mercedes prevé ahora terminar 2024 con un margen de entre el 7,5% y el 8,5%, cuando en un principio se estimaba que sería del 11%. La compañía ha caído entre enero y agosto un 13% en bolsa.
Y entonces deberían llegar los coches eléctricos baratos
Todo esto está sucediendo en un momento donde China está todavía emergiendo en Europa. Su presencia es estadísticamente pequeña, pero su crecimiento es imparable. Algo que desde Bruselas se intenta frenar en la medida de lo posible para tratar de salvar los platos de los grupos locales.
Esto tiene como resultado que los grupos chinos no pueden vender sus coches en Europa con precios competitivos debido a los costes ya de por si importantes, como el coste de implantación, el coste logístico, y ahora también el incremento de aranceles. Barreras políticas a coches eléctricos económicos.
La traducción es que los europeos no podremos disfrutar de propuestas tan interesantes, como por ejemplo el BYD Dolphin Mini.
En su mercado natal, el más pequeño de la familia de BYD se vende en su variante de acceso con una batería de 30 kWh, suficiente para lograr una autonomía de 305 km CLTC, mientras que la superior se va a 39 kWh y 405 km CLTC, con unos precios que van desde los 73.800 yuanes (9.457 euros), 78.800 yuanes (10.097 euros) hasta los 89.800 yuanes (11.507 euros).
Un modelo que llegará en 2025 al mercado, y que todo hace indicar que por la magia de los aranceles y demás costes, se situará en nuestro mercado en torno a los 20.000 euros.
El Dolphin Mini es solo un ejemplo de los cientos de modelos de bajo coste que tiene China a la venta, y donde vemos nuevas propuestas como el renovado Wuling Bingo, un pequeño urbano de tamaño similar al Renault ZOE, 4 metros de largo, un diseño muy atractivo, interior muy equipado donde hay espacio para cinco ocupantes, y baterías de entre 32 y 50 kWh que le proporcionan entre 330 y 510 km de autonomía CLTC. Un Bingo que tiene un rompedor precio de 75.800 yuanes para su modelo más barato, 9.715 euros al cambio, hasta los 95.800 yuanes del más caro, 12.279 euros.
Dos ejemplos de los muchísimos que podríamos extender a otros segmentos, tanto urbanos, como compactos, SUV, berlinas, monovolúmenes…etc.
Propuestas que en sus versiones más económicas podrían llegar a Europa con precios de entre 15.000 y 20.000 euros sin mayores problemas, pero que no lo podrán hacer de momento por las absurdas medidas impuestas por una Unión Europea que ha decidido esconder la cabeza debajo de la tierra a la espera de que pase la tormenta, y decidiendo que los europeos no puedan acceder a coches eléctricos económicos.