Italia presiona a la Unión Europea para eliminar la prohibición de vender coches térmicos a partir de 2035
El Gobierno italiano se ha puesto como objetivo torpedear los planes de la Unión Europea para prohibir la venta de coches nuevos con motor de combustión interna a partir del año 2035.
De acuerdo con un borrador al que han tenido acceso algunos medios especializados, Italia se unirá a República Checa para pedir a la Unión Europea que revise su objetivo de prohibir la venta de coches térmicos a partir de 2035, abogando por un enfoque multi-tecnológico que contemple otras soluciones además de los BEV (Battery Electric Vehicles) y FCEV (Fuel Cell Electric Vehicles).
Aparentemente, el Gobierno italiano también planea solicitar que la revisión de la norma, prevista por la Comisión Europea para 2026, se adelante al año que viene. Es interesante recordar que Bruselas ya se ha comprometido a crear una exención para aquellos vehículos que funcionen con combustibles sintéticos de emisiones neutras.
En el borrador, que todavía está sujeto a modificaciones, se puede leer lo siguiente: «La industria se encuentra en un momento crítico y se enfrenta a importantes desafíos relacionados con la producción, el empleo y la competencia global, que exigen una acción urgente y coordinada. La competitividad de la industria automovilística europea debe seguir siendo un objetivo central de la política de la UE».
El documento recoge la intención de Italia y Republica Checa de lanzar un paquete de apoyo al sector a corto plazo, si bien no se especifica la naturaleza del mismo. Esta propuesta resulta llamativamente hipócrita, ya que el Gobierno de Giorgia Meloni recientemente decidió retirar 4.600 millones de euros del fondo destinado a la modernización de las plantas de automóviles nacionales en plena guerra con el grupo Stellantis.
A vueltas con la «neutralidad tecnológica»
«Hay que cambiar la prohibición», declaraba el pasado mes de septiembre el ministro de Energía italiano, Gilberto Pichetto Fratin, que llegó a calificar la norma europea como absurda durante un importante foro empresarial, afirmando que está dictada por un enfoque ideológico. Una visión que comparte con el ministro de Industria, Adolfo Urso.
«En un panorama incierto que afecta a la industria automovilística alemana, es necesaria claridad para no dejar que la industria europea colapse. Europa necesita una visión pragmática, la visión ideológica ha fracasado. Tenemos que reconocerlo».
Esto contrasta con el enfoque de China, donde los coches eléctricos y los híbridos enchufables ya han superado el 50% de cuota de mercado. Según algunos expertos, apostar por soluciones como los e-fuels, el hidrógeno y los biocombustibles sería contraproducente de cara a alcanzar los objetivos de descarbonización comunitarios, puesto que se trata de soluciones minoritarias, mucho más costosas y enormemente ineficientes desde un punto de vista energético.
Fuente | Automotive News Europe