Italia quita 4.600 millones de euros para la modernización de su sector automovilístico en plena guerra con Stellantis

Duro golpe del gobierno italiano a su sector, que atraviesa un complejo momento entre la caída de la demanda de los modelos de combustión, y la necesidad de reducir las emisiones de cara a un 2025 donde Bruselas elevará el listón en un reto para el que parece los grupos locales no están preparados.

Según publican los medios italianos, la nueva Ley de Presupuestos contempla un nuevo recorte a la disponibilidad del Fondo Automotriz. Un instrumento que se puso en marcha en 2022 para relanzar el sector del automóvil en el país gracias a una dotación inicial de 8.700 millones de euros.

Pero las cosas no han ido como se esperaba, y las tiranteces de Roma con la industria han ido a más con el paso de los meses, con amenazas de unos y otros, tanto con deslocalizar la producción, como con la expropiación de marcas y fábricas que no están siendo usadas a los grupos chinos.

Este presupuesto ha visto como este año se había reducido a unos 5.750 millones. Ahora el gobierno de Giorgia Meloni está llevando a cabo una nueva reducción presupuestaria a este fondo que recortará nada menos que 4.600 millones de euros.

Desde ANFIA, la Asociación Nacional de la Industria Automotriz de Italia, han catalogado esta medida con una «sorpresa absoluta». La asociación recuerda la contribución de la cadena de suministro, subrayando que el sector del automóvil representa «el principal sector manufacturero italiano», con más de 270.000 empleados directos y una facturación de más de 100.000 millones de euros cada año.

Además, la asociación añade que las empresas italianas, además de los desafíos del Pacto Verde, también se enfrentan a una crisis industrial que, combinada con la fuerte caída de ventas a nivel europeo, pone seriamente en riesgo la supervivencia de la industria italiana.

Para Anfia, el recorte previsto por la Ley de Presupuesto contradice la importante actividad que el mismo gobierno está llevando a cabo en Europa en favor del sector para mejorar la regulación, y que marca una fractura profunda en la colaboración entre la cadena de suministro y el gobierno.

La alarma también ha saltado entre los sindicatos metalúrgicos, que ayer lanzaron una advertencia similar. Estos expresaron una profunda preocupación y firme oposición a la decisión del gobierno de recortar el equivalente al 80% de los recursos previstos, todo en un momento, según los sindicatos: «En que el sector del automóvil se encuentra en una fase de profunda transformación y crisis, donde es esencial un fuerte apoyo para garantizar la competitividad del sector, la defensa del empleo y la innovación tecnológica, esenciales para afrontar los desafíos del futuro«.

Fuente | Corriere