El plan de Alemania para recuperar las ventas de sus coches eléctricos, ayudas para la recarga pública y medidas sociales
Las ventas de coches eléctricos no dejan de caer en Alemania, cuyo gobierno trabaja ya a contrarreloj para desarrollar un plan con nuevas ayudas que permitan recuperarse al mercado. Estas son las últimas propuestas que se han conocido.
El 2024 ha sido un ‘annus horribilis’ para la industria y el mercado automovilístico alemán, uno de los pulmones de toda Europa. Más allá de los recortes y reestructuraciones que los grandes fabricantes del país están realizando y que realizarán de cara al año que viene, no cabe duda que la eliminación de los subsidios públicos a finales del 2023 supusieron un duro golpe.
Así se ha demostrado a lo largo de este año que, según las cifras de la Autoridad Federal del Transporte Motorizado de Alemania, ha visto cómo el mercado de coches eléctricos registra una caída interanual del 21,8%, mientras que el mercado general ha caído un 7%. El gobierno alemán interrumpió hace casi un año las ayudas de hasta 4.500 euros para la compra de coches eléctricos debido a la crisis presupuestaria y al elevado coste que suponían.
Aun así, el mercado alemán está debilitado y ni siquiera el incremento de los descuentos por parte de prácticamente todas las marcas, que llegaron en algún caso hasta los 12.000 euros, está permitiendo revertir la situación. El gobierno alemán ya está preparando un plan para relanzar las ventas de los coches eléctricos en el país, tal y como se ha detallado en un documento del Ministerio de Economía publicado por el medio local Funke.
En este nos encontramos con las diferentes propuestas que quiere llevar a cabo el ejecutivo alemán, que son muy variadas y, sinceramente, muy interesantes y que podrían tener muy buena cabida en países como el nuestro. Por un lado, Alemania está planteándose ofrecer ayudas de 1.000 euros para la recarga de coches eléctricos en estaciones públicas. Una medida que alentaría a los alemanes a comprar vehículos eléctricos y poder usarlos, sobre todo, en viajes largos.
El resto de medidas que se plantea Alemania tendrían como principales protagonistas a las familias con ingresos medios y bajos. Por ejemplo, la aplicación de incentivos fiscales a la compra de este tipo de vehículos, que permitirían a este grupo de población a que parte del precio de la compra sea deducible en impuestos. De la misma forma, el país germano se está planteando también copiar a Francia su modelo de ‘leasing social’, un plan que entró en aplicación en el país vecino este año. En el caso francés, las familias con menos recursos podían acceder a tener un coche eléctrico en casa por una cuota mensual desde los 40 euros.
Por último, se quiere dar también más relevancia al mercado de segunda mano. Este resulta vital para conseguir apartar los coches más contaminantes de la carretera: si una familia necesita cambiar su coche viejo y no tiene el presupuesto necesario para comprar un coche nuevo, ¿por qué no ofrecer soluciones para facilitar la compra de uno de segunda mano que sea más moderno?
En este sentido, el gobierno alemán va a proponer que se ofrezcan incentivos de 100 euros para poder realizar una comprobación profesional del vehículo y de la batería antes de realizar cualquier transacción. De esta forma, los potenciales compradores tendrán una mayor certeza a la hora de adquirir un coche eléctrico aunque esté usado.