La cruda realidad de los coches eléctricos y autónomos: Europa sigue dependiendo de China y Estados Unidos

Europa estaba decidida hace unos años a reducir su dependencia del extranjero en materia de acceso a materias primas y tecnología. Sin embargo, con la expansión del coche eléctrico y la conducción autónoma, ha sucedido todo lo contrario.

La cruda realidad de los coches eléctricos y autónomos: Europa sigue dependiendo de China y Estados Unidos
Europa no consigue despegarse de China, ni de Estados Unidos, a cuenta del coche eléctrico.

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Publicado: 27/03/2025 09:35

Es innegable, Europa se ha dado de bruces con la realidad del coche eléctrico: China tiene el control y su rápida expansión internacional no va ceder, ni siquiera con los aranceles adicionales que la Comisión Europea impuso el año pasado a la importación de este tipo de vehículos desde el gigante asiático.

China domina, con más fortaleza todavía, el sector de las baterías para coches eléctricos. Tienen un dominio casi absoluto de toda la cadena de producción, mientras que los fabricantes europeos ven desde la lejanía como son incapaces de competir. Aunque Europa lo haya intentado, y lo siga haciendo, seguimos dependiendo en mayor medida de los principales actores chinos, y también de Norteamérica.

Así lo ha reconocido un ejecutivo de Mercedes-Benz, Georges Massing, quien pone de nuevo sobre la mesa un tema que en Europa cuesta mucho reconocer. Y es que los nuevos proyectos por ser autosuficientes y reducir la dependencia en el mercado automovilístico eléctrico no están alcanzando las cotas esperadas. Difícilmente lo va a hacer ante la nueva realidad del mercado, esa en la que el coche eléctrico, la tecnología definida por software, los servicios en la nube y la Inteligencia Artificial son los futuros y grandes protagonistas.

Las marcas chinas están comiendo terreno también en el campo de la producción de baterías en Europa.

«Cuanto más avanzamos hacia la IA, más nos adentramos en una fase en la que necesitamos un ordenador más eficiente», comenta Massing en materia automovilística. Una situación que, en sus palabras, pone en grave riesgo a la industria automovilística europea. «Veo pocas iniciativas europeas que inviertan en este hardware, en ordenadores de alto rendimiento para el coche».

Son muchos los aspectos en los que Europa se ha quedado a la zaga. Lo vemos a cada mes que pasa, en los que los fabricantes europeos buscan asociaciones con empresas de China y Estados Unidos para acceder a tecnología avanzada a la que no son capaces de llegar o se han quedado rezagados. Volkswagen con Rivian y Horizon Robotics, Mercedes con Momenta, Stellantis con CATL…

«Europa necesita crear sus propios chips de alto rendimiento y proveedores de servicios en la nube. Aquí no tenemos ni una nube ni un hardware que pueda entrenar estos modelos», sentenció el ejecutivo de Mercedes, que hace referencia a alguna de la tecnología clave en materia de conducción autónoma, como los sensores LiDAR, que se fabrican principalmente en China y en Estados Unidos.

Los políticos europeos insisten en reducir dicha dependencia, y es por ello que se pretenden destinar 1.000 millones de euros para invertir en el sector de las baterías. No obstante, los últimos grandes proyectos de levantar nuevas gigafábricas se han venido abajo estrepitosamente. De acuerdo a Bloomberg, 11 de las 16 plantas de baterías previstas y dirigidas por Europa se han retrasado o cancelado, siendo el ejemplo de Northvolt el caso más viral. Pero además, podemos hablar de la propia VW, Britishvolt, Automotive Cells con Mercedes y Stellantis…

Northvolt apuntaba a ser la referencia de la industria europea de baterías, pero fracasó estrepitosamente.

Ahora es China la que quiere tomar ese testigo: 10 de los 13 proyectos de firmas asiáticas siguen avanzando, destacando el proyecto de CATL con Stellantis en Zaragoza, mientras que BYD, segundo mayor fabricante de baterías para coches eléctrico, destinará un espacio importante en sus nuevas fábricas de Hungría y Turquía.

«La falta de capacidad de fabricación de baterías a nivel nacional amenaza la existencia misma de la industria automotriz en Europa. Sin una cadena de suministro de vehículos eléctricos sólida, los fabricantes pueden trasladar la producción a regiones con industrias de baterías establecidas, lo que podría llevar al cierre de fábricas y a pérdidas sustanciales de empleos», dijo en su día Andy Palmer, exdirector ejecutivo de Aston Martin. Mientras tanto, China sigue suministrando alrededor del 80% de las baterías de iones de litio del mundo.

Fuente | Bloomberg