
«Suponen un riesgo para la seguridad». Los SUV, en el punto de mira por su elevada altura
Según un reciente estudio realizado por Transport & Environment, la cada vez mayor altura de los automóviles vendidos en Europa supone un riesgo para la seguridad vial.

De acuerdo con un estudio publicado por Transport & Environment junto a la campaña Clean Cities, los coches nuevos vendidos en Europa son cada año medio centímetro más altos debido principalmente al auge de los SUV. De acuerdo con la organización, esto supone un problema de seguridad vial tanto para los peatones como para los ciclistas.
La altura media del frontal de los coches ha pasado de 76.9 centímetros en 2010 a 83.8 centímetros en 2024. Según el informe, el conductor de un modelo de gran tamaño no puede ver a los niños que se encuentren justo delante del vehículo debido a la altura del capó.
Además, a velocidad de ciudad (hasta 50 km/h), los coches altos empujan al peatón debajo de la carrocería en caso de atropello, mientras que los automóviles más bajos los desvían hacia un lado. Los 10 cm de altura media adicional incrementan en un 27% la probabilidad de muerte de peatones y ciclistas en caso de accidente. Además, los SUV y furgonetas suponen un mayor riesgo de lesiones graves (entre un 20% y un 50%) para los ocupantes de vehículos más pequeños en caso de colisión.
En nuestro país, los SUV representan aproximadamente el 55% de las matriculaciones, cifra que no deja de aumentar desde 2012. «Estamos viendo cómo las calles se llenan de coches que no sólo consumen más espacio, sino que suponen un riesgo evidente para la seguridad vial», alertan las organizaciones de la campaña Clean Cities. «Es problema de seguridad pública, no solo de diseño».

T&E y Clean Cities piden a la Unión Europea que limite la altura de los capós
«Cada día muere un niño o niña en nuestras carreteras, pero se fabrican coches tan grandes que los hacen invisibles desde el asiento del conductor. ¿Cómo es posible que esto sea aceptable? Afortunadamente, cada vez son más las instituciones locales que se oponen a la proliferación de estos coches y defienden lo que realmente quiere la ciudadanía: calles seguras y verdes sin vehículos monstruosos. Las ciudades deben ir más allá y actuar con mayor rapidez para restringir los SUV de gran tamaño, recuperar el espacio público y dar prioridad a la seguridad y a las personas».
Para poner solución a este problema, T&E y Clean Cities han pedido a la Unión Europea que limite la altura de los capós de cara al año 2035. Este plazo de diez años daría margen a los fabricantes para adaptarse sin tener que modificar el diseño de los modelos actualmente en producción. «No se trata solo de seguridad vial, sino de cómo queremos que sean nuestras ciudades. Más espacio para coches grandes significa menos para juegos, bicicletas y terrazas. Hay alternativas más seguras, limpias y eficientes».