
Cargas rápidas para todos los coches eléctricos en 10 minutos, Hydrohertz halla el santo grial de las baterías
Las startup británica Hydrohertz puede haber dado con la clave tecnológica para que cualquier batería de cualquier coche eléctrico pueda tardar tan solo 10 minutos en realizar una recarga rápida. La clave está en la tecnología de refrigeración utilizada.

Conseguir que las baterías de los coches eléctricos se carguen en estaciones públicas en un tiempo similar a lo que dura un repostaje en una gasolinera es uno de los principales retos que persiguen todos los fabricantes. Algunos ya han demostrado que es posible, como hizo Zeekr en este increíble vídeo en el que vemos cómo su 001 pasa del 4 al 80% en apenas 7 minutos. En el caso de esta marca china, se trata de un desarrollo propio que viene acompañado, además, de unos cargadores ultrarrápidos que pueden aportar más de 1.300 kW de potencia.
Pero, ¿y si os dijéramos que puede haber una tecnología común para muchas baterías y coches distintos, y que además permitiría realizar cargas rápidas en apenas 10 minutos? Y más allá, una tecnología que además aumente la autonomía y la duración de la batería.
Es lo que están desarrollando en Reino Unido desde la startup Hydrohertz, liderada por un ingeniero que trabajó en el pasado en marcas como Land Rover o McLaren. Su idea es verdaderamente ingeniosa y puede ser realmente útil en el futuro si se le da la validez y la confianza necesaria: la llamada válvula “Dectravalve” es en realidad una unidad de control inteligente y compacta que permite tratar la batería y su sistema de refrigeración de forma un tanto distinta.

En lugar de controlar todo el pack de la batería como un conjunto, la idea de esta tecnología es la de poder controlar y gestionar con precisión la temperatura de cada sección de la batería. De esta forma, puede mantener cada celda de la batería a una temperatura óptima, constante y sin limitaciones.
Sus primeras pruebas, realizadas con una batería LFP de 100 kWh de capacidad, son prometedoras. La celda de la batería que alcanzó una mayor temperatura estuvo siempre por debajo de los 44,5ºC, con una variación de tan solo 2,6ºC en todo el paquete. En las baterías actuales, lo habitual es que todo el pack sufra oscilaciones de unos 12ºC, de forma que cuando la temperatura supera los 50ºC se empieza a restringir la potencia de la carga. Según Hydrohertz, una carga tipo del 10 al 80% podría reducirse de unos 30 minutos de media, en coches con sistemas eléctricos de 400 voltios, a tan solo 10 minutos.
Y “solo” por aprender a gestionar la temperatura de la batería de forma más precisa, algo que está demostrado que limita la capacidad de carga rápida. Y sí, como te puedes imaginar, si esta tecnología puede mantener una temperatura estable siempre, se podría conseguir que se realicen cargas completas a máxima potencia de forma segura. Como sabrás, cuando las baterías superan el 80%, la potencia se limita para evitar sobrecalentamientos, de ahí que se recomiende siempre no continuar con una carga rápida a partir de ese porcentaje, ya que además puede afectar a su vida útil.

Pero hay más: la startup británica asegura que, gracias a esta tecnología, la autonomía real se puede ver incrementada hasta en un 10%, lo que se traduciría en conseguir entre 48 y 64 kilómetros extra. Y además, ayuda a alargar la salud de la batería, al haber menos riesgo de sobrecalentamiento, y permite realizar aceleraciones máximas más constantes en vehículos de alto rendimiento.
«El desarrollo de una nueva tecnología química puede tardar una década y requerir miles de millones de dólares en inversión. Nosotros hemos adoptado un enfoque diferente. Para los fabricantes de equipos originales, esto significa vehículos eléctricos mejores y más prácticos ahora, sin tener que esperar a la próxima generación de tecnología de baterías», afirma Paul Arkesden, CEO de Hydrohertz. Veremos en qué queda la cosa.
Fuente | Carscoops



