Los políticos europeos ya dudan del fin del motor de combustión en 2035: “Tenemos que ser menos ingenuos”

El jefe de industria de la Comisión Europea ha dejado varios titulares en una entrevista, donde muestra sus preocupaciones por la expansión de las marcas chinas y pone en duda la prohibición del fin del motor de combustión en Europa para el año 2035.

Los políticos europeos ya dudan del fin del motor de combustión en 2035: “Tenemos que ser menos ingenuos”

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Publicado: 10/11/2025 09:54

Primero fueron los conductores los que veían precipitado tener que verse obligados a comprar un coche eléctrico en exclusiva a partir del 2035. Luego los fabricantes empezaron a ver las orejas al lobo al ver el reducido interés por esta tecnología aquí en nuestra región. Y ahora ya es incluso el propio Vicepresidente Ejecutivo de Prosperidad y Estrategia Industrial de la Comisión Europea, Stéphane Séjourné, el que duda públicamente de los planes europeos.

Son muchos los frentes abiertos para la industria automovilística europea, que se enfrenta a una situación realmente delicada en la actualidad, a la espera de acontecimientos. Hay muchas dudas en el sector: ¿se mantendrá la fecha del 2035?, ¿se abrirán nuevas excepciones?, ¿se apostará por la fabricación de baterías a nivel local?, ¿qué pasará con las marcas chinas?

Séjourné ha tocado prácticamente todos estos temas en una entrevista reciente con el medio italiano La Stampa, pero muestra una vez más la realidad que estamos viviendo en los últimos años. Muchas ideas, muchas pretensiones, pero nada en firme. El político europeo mostró su incertidumbre en torno a todos estos temas que afectan a la industria europea, pero no propone soluciones claras. Parece que tendremos que esperar al próximo mes de diciembre, cuando se espera que la Comisión Europea plantee los nuevos planes del bloque y se presente una estrategia más amplia. Apúntate el 10 de diciembre en el calendario.

Unión Europea (1)
Las dudas que hay en la Comisión Europea no son buen síntoma para los planes de electrificación de las marcas.

Entre dichos planes está el que ya comentamos recientemente, la implantación de una nueva categoría de coches eléctricos asequibles, los E-Cars, que debería potenciar de nuevo la fabricación de vehículos pequeños en nuestra región, con especial relevancia a la producción “por y para Europa”. Pero Stéphane Séjourné pide más: pide establecer nuevas reglas que puedan salvaguardar la producción en Europa.

«Tenemos que ser menos ingenuos y volver a los estándares de las principales economías del mundo. Somos el único continente que carece de pensamiento estratégico en política industrial. Si no intervenimos, en diez años los coches producidos y vendidos en Europa caerán de 13 a 9 millones. Debemos mostrar flexibilidad con respecto al objetivo de detener por completo los coches de combustión interna para 2035».

Toda una declaración de intenciones el hablar abiertamente de flexibilizar el plan de Europa de cara al 2035. Las dudas están incluso en el seno de la Comisión. Del resto, es de sobra conocido: las empresas europeas se enfrentan aquí a una excesiva regulación y piden mucha menos burocracia para acelerar los planes. De ahí la llegada de los E-Cars por menos de 15.000 euros, que tendrían “licencias” para no responder ante los sistemas de seguridad obligatorios en los turismos convencionales.

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Europa quiere también "meter mano" en los planes de producción local de las marcas chinas en nuestro territorio.

Los aranceles no serán el único arma "anti China"

Y cómo no, China sigue en el punto de mira de los políticos europeos. Las marcas acaparan ya el entorno del 10% del mercado y muchas de ellas, como BYD, están a punto de empezar a fabricar en suelo europeo para saltarse los aranceles contra los coches eléctricos traídos desde el gigante asiático. Precisamente estos aranceles pueden parecer poca cosa con la nueva idea que propone Stéphane Séjourné, que va más allá para proteger a los fabricantes europeos.

«Hoy en día hay fabricantes que ensamblan coches chinos en Europa con componentes chinos y personal chino: está sucediendo en España y en Hungría. Eso no es aceptable. Es necesario introducir condiciones a la inversión extranjera en Europa», afirmó el responsable de industria europeo. Es decir, Séjourné propone medidas directas contra los centros de producción chinos en Europa, como los de Chery en Barcelona o el futuro centro de BYD en Hungría.

Como si fuera una tarea fácil, el político francés también propone a los fabricantes europeos empezar a vender en otros mercados. Mientras tanto, para reducir la dependencia de China en lo que a materias primas se refiere, Séjourné propone considerar nuevos proveedores, como Canadá, Brasil o los países africanos, así como potenciar el reciclaje de baterías y la búsqueda de yacimientos locales. Ideas muy buenas, de las que se lleva hablando varios años, pero que Europa no termina de potenciar.

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