
El próximo BMW X5 tendrá cinco tecnologías de propulsión distintas, incluido el hidrógeno
BMW sigue adelante con el desarrollo de la quinta generación de uno de sus SUV estrella, el X5. La marca bávara hará el repóquer de tecnologías de propulsión, aunque la última en llegar será la esperadísima, aunque discutida, impulsada por pila de combustible.

El BMW X5 de próxima generación será todo un hito para el fabricante alemán. Su llegada se espera para el año que viene, en 2026, pero sin duda la versión más esperada será la iX5 Hydrogen de la que llevamos hablando tanto tiempo. No será la variante más vendida, y será seguro que muy discutida por los escasos avances que hay a día de hoy en el desarrollo de la pila de combustible en el mercado.
Los de Múnich, no obstante, siguen adelante con su idea: esta versión del próximo X5 será la primera que BMW lance a la venta en masa de un vehículo impulsado por hidrógeno. Serán en total cinco tecnologías de producción diferentes las que tendrán a elegir los potenciales clientes del SUV grande alemán: gasolina, diésel, eléctrica pura, híbrida enchufable y, como decíamos, de pila de combustible. Se habla incluso que la híbrida enchufable sea en realidad una versión eléctrica de autonomía extendida.
Pero regresando al hidrógeno, BMW quiere establecer un enfoque tecnológico abierto para los próximos años, apostar por la diversidad de productos ante un futuro incierto en el mercado automovilístico, especialmente en Europa. Recordemos también que BMW va de la mano ahora de Toyota en el desarrollo de esta nueva generación de pila de combustible, la tercera, que será la que dé vida a este iX5 Hydrogen.
«Con el lanzamiento del nuevo BMW X5, con cinco variantes de sistema de propulsión a elegir, demostramos una vez más nuestro liderazgo como pioneros tecnológicos. El hidrógeno desempeña un papel esencial en la descarbonización global, por lo que nos comprometemos a impulsar esta tecnología», recalcó Joachim Post, miembro del Consejo de Administración de BMW.

La marca alemana ya está construyendo los primeros prototipos y ya podemos verlos en las imágenes oficiales reveladas; eso sí, con una alta carga de camuflaje a bordo. BMW realizará pruebas de esta tecnología en todo el mundo en los próximos años. Tiene todavía margen hasta el 2028, tiempo en el que también intentará encaminar la llamada iniciativa “HyMoS” (Movilidad de Hidrógeno a Escala). Básicamente, lo que quiere hacer BMW es promover el desarrollo de todo lo que tenga que ver con la pila de combustible.
Con lanzar al mercado un vehículo con esta tecnología no es suficiente, sobre todo cuando no existe una infraestructura de recarga real a gran escala. Los alemanes participan ya activamente en la expansión de esta red de repostaje de la mano de «socios industriales e institucionales, con el objetivo de aumentar la viabilidad económica de los ecosistemas de movilidad de hidrógeno agrupando la demanda de todo tipo de vehículos, incluidos camiones, autobuses y turismos», aseguran en su nota de prensa.
BMW ya ha iniciado una fase piloto en Francia y Alemania. Ahora, trabaja para sacar adelante su primer modelo propulsado por hidrógeno producido en serie, un iX5 que promete ser «un auténtico BMW: pionero en su categoría y con el placer de conducir característico de la marca». Se espera que la plataforma sea una versión actualizada de la ya conocida CLAR: la nueva familia Neue Klasse tendrá más influencia en el apartado estético y de tecnología interior.
Por su parte, BMW ya ha confirmado que su tecnología de pila de combustible mejorará las cifras del prototipo desvelado en 2023, lo que sobre la práctica debería mejorar las cifras de autonomía, que en su momento rondaban los 500 kilómetros. El “pack” será un 25% más pequeño que en la generación anterior, pero con una mayor densidad de potencia y eficiencia.