
¿Cómo afecta la velocidad a la autonomía de los coches eléctricos?
Una prueba ha querido demostrar cómo la velocidad afecta a la autonomía real de los coches eléctricos. La pérdida es mucho mayor de lo que indican los datos oficiales. Te contamos por qué ocurre y a qué velocidad puedes lograr la cifra homologada.

Uno de los factores más determinantes en la autonomía de un coche eléctrico es la velocidad constante de circulación. Aunque esto puede parecer evidente, no lo es tanto el impacto real que tiene el aumento de velocidad sobre la energía consumida y, en consecuencia, sobre los kilómetros que se pueden recorrer con una sola carga.
Para comprobarlo, la revista americana Car&Driver ha realizado una prueba comparativa entre dos modelos de coches eléctricos muy diferentes: una berlina con una aerodinámica optimizada (Lucid Air Pure) y un SUV de grandes dimensiones y formas cuadradas (KIA EV9). Como referencia, también se ha incluido un SUV compacto con motor de combustión (Subaru Forester). Los tres vehículos han sido llevados a un circuito cerrado, donde se han medido sus consumos a velocidades constantes de 56, 88, 120 y 152 km/h.
Más velocidad, menos autonomía… y no de forma lineal

Por supuesto, los datos en circuito no son comparables a la vida real, pero nos sirven para comprobar que hay importantes diferencias de consumo. Y es que, tal como habríamos esperado, cuanto mayor es la velocidad, menor es la autonomía disponible, pero esta disminución no es proporcional, sino exponencial. Por ejemplo, pasar de 88 a 120 km/h supuso una pérdida de 141 kilómetros de autonomía para la berlina y 175 kilómetros en el caso del SUV eléctrico.
Este efecto se debe al incremento de la resistencia aerodinámica, que crece con el cuadrado de la velocidad. En un coche eléctrico, esto se traduce en una caída acelerada de la autonomía conforme se aumenta la velocidad de crucero. De hecho, en estas condiciones de velocidad constante no es posible aprovechar funciones como la frenada regenerativa o la posibilidad de levantar el pie del acelerador para recuperar energía.
En la prueba, el Lucid Air pasó de 781 a 608 kilómetros de autonomía al aumentar de 56 a 88 km/h, una caída del 22%. En el KIA EV9, la pérdida fue del 26%, bajando de 739 a 546 kilómetros. En cambio, el Subaru solo perdió un 9% entre esas mismas velocidades, gracias a su caja de cambios que permite al motor trabajar en rangos más eficientes.

Al seguir aumentando la velocidad, las diferencias se agravan: el Lucid, más aerodinámico, cayó otro 23% de autonomía entre 88 y 120 km/h, y un 24% adicional entre 120 y 152 km/h. Por su parte, el KIA sufrió descensos de más del 30% en cada uno de esos tramos. Pese a ello, fue el único que permitió mantener el control de crucero a 152 km/h, algo que no ofrecían los otros dos.
Para conocer la velocidad a la que cada modelo puede alcanzar su autonomía oficial combinada (según ciclo EPA), se ajustaron los datos obtenidos a una ecuación cúbica. El resultado es sorprendente: la berlina necesita circular a solo 76 km/h para igualar su cifra combinada de 674 kilómetros, y a 79 km/h para la autonomía homologada en autopista. En cambio, el SUV eléctrico puede mantener su autonomía oficial de 451 kilómetros circulando a 106 km/h, y alcanzar la cifra de 407 kilómetros en autopista a 114 km/h. Por su parte, el SUV de gasolina iguala su autonomía homologada de 748 kilómetros circulando a 124 km/h.

Estos resultados muestran una importante discrepancia entre las cifras homologadas y el comportamiento real en carretera de los coches eléctricos. Es algo que podría sorprender negativamente a quienes dan el salto a esta tecnología por primera vez. En condiciones de autopista, la caída de autonomía puede ser mucho más pronunciada de lo esperado.
En cifras concretas, el paso de 113 a 129 km/h supuso una pérdida de 64 kilómetros para la berlina eléctrica y 72 km para el SUV eléctrico. En comparación, el Subaru de combustión perdió 161 kilómetros en ese mismo tramo de velocidad, pero parte con más autonomía total. A 129 km/h, el SUV térmico sigue duplicando el alcance del SUV eléctrico y aventajando a la berlina en unos 282 kilómetros.
Resumen
- A 120 km/h, los coches eléctricos pierden entre un 23% y un 30% de autonomía respecto a ir a 88 km/h.
- El Lucid Air pierde 141 km al subir de 88 a 120 km/h.
- El KIA EV9 pierde 165 km en ese mismo salto de velocidad.
- Para lograr la autonomía homologada (ciclo EPA), la berlina debe circular a 76 km/h.
- El SUV eléctrico puede mantener su autonomía oficial hasta 106 km/h.
- El Subaru iguala su autonomía homologada a 124 km/h.
- A 129 km/h, el SUV térmico ofrece más del doble de autonomía que el eléctrico equivalente.
- La frenada regenerativa no ayuda en crucero constante, lo que penaliza especialmente a los eléctricos.
- La caída de autonomía es exponencial, no lineal, al aumentar la velocidad.
- El diseño aerodinámico reduce la pérdida de autonomía a altas velocidades.