
Graves fallos eléctricos en el Polestar 3 obligan a una llamada a revisión urgente
El Polestar 3 sufre graves fallos eléctricos que han obligado a su retirada en EE. UU. y Europa. Los usuarios denuncian frenadas inesperadas, averías y falta de asistencia. La marca aún no ha dado fechas claras para su solución definitiva.

Otra vez un modelo del Grupo Geely es noticia por graves problemas en su funcionamiento. Si hace unos días hablábamos del Volvo EX90, ahora le toca el turno a otro modelo premium. El Polestar 3, SUV eléctrico de alta gama y rival directo de modelos como el Audi Q8 e-tron o el BMW iX, está siendo objeto de una llamada a revisión urgente por fallos eléctricos graves, que pueden causar desde averías inesperadas hasta situaciones peligrosas en plena conducción.
El problema afecta al cableado del frontal del vehículo, en concreto al conector ubicado entre el compartimento del motor y la parte delantera. La entrada de agua provoca corrosión en los pines del conector, lo que puede desencadenar fallos eléctricos que comprometen tanto la movilidad como la seguridad. Según la propia marca, el riesgo de que el coche frene bruscamente por sí solo a alta velocidad no es descartable.
Numerosos propietarios han avisado de averías inesperadas: vehículos que se detienen sin previo aviso, problemas al intentar reiniciarlos e incluso casos de usuarios atrapados en túneles de lavado por fallos del sistema eléctrico. “Quedé atrapado en la máquina de lavado sin poder salir durante 40 minutos”, explica un propietario visiblemente frustrado.

En EE. UU. Polestar ya ha reaccionado, retirando 969 unidades para sustituir el cableado afectado. En Europa el proceso va con mucho más retraso. Aunque algunos usuarios han comenzado a recibir cartas de llamada a revisión, muchos denuncian falta de comunicación y soporte técnico deficiente.
Aún más preocupante, según varios testimonios en redes sociales, es que la marca conocía este problema desde diciembre de 2024, pero no ha comenzado a actuar con decisión hasta el verano de 2025. “Una auténtica vergüenza. Me vendieron una unidad en abril sabiendo que podía ser peligrosa”, critica un comprador sueco. Otro afirma que la marca le recompró el vehículo tras dos episodios de frenadas súbitas e involuntarias a alta velocidad.
Polestar ha prometido que el fallo se corregirá mediante la sustitución completa del mazo de cables de la zona delantera, pero de momento no se ha ofrecido un calendario claro para la reparación en Europa.
La situación ha dividido a los propietarios: algunos piden respuestas inmediatas y compensaciones, mientras otros, más pacientes, siguen confiando en la marca. Sin embargo, la credibilidad de Polestar queda en entredicho, en un momento especialmente delicado para el mercado del coche eléctrico premium, que se enfrenta a una competencia cada vez más feroz y sensible a cualquier escándalo técnico o reputacional.