
La nueva batería de CATL que puede durar más de 5 millones de kilómetros
CATL ha confirmado un dato clave de su nueva batería de sodio. Además de barata, puede durar millones de kilómetros sin apenas degradación. Unas cifras impresionantes que le permitirían ganarse el apodo de "inmortal" y que además se refiere a un modelo cuyo inicio de producción está prevista para este mismo año. Y si cumple la mitad de lo que promete, será un cambio de paradigma en el sector.

Hace unos días publicamos una de las noticias más prometedoras para el futuro del coche eléctrico, y de los sistemas de respaldo de energías renovables: CATL asegura haber desarrollado baterías de sodio que potencialmente podrán llegar a tener un precio de apenas 10 euros el kWh, una cifra que podría reconfigurar por completo la industria.
Ahora, el gigante chino ha añadido un nuevo dato que eleva aún más las expectativas sobre las baterías de sodio: su interminable vida útil. Según la propia CATL, su batería de sodio Naxtra sería capaz de soportar hasta 5.8 millones de kilómetros antes de degradarse por debajo del 85%.
10.000 ciclos y 5,8 millones de kilómetros: una batería que supera al coche

Con esta cifra sobre la mesa, y la promesa de una producción inminente, CATL deja claro que no estamos ante un prototipo, ni una promesa sin fundamento. Si la batería mantiene el 85% de su capacidad tras 10.000 ciclos de carga y descarga, como asegura el fabricante, estaríamos hablando de una vida útil que supera con creces la del propio vehículo, y del siguiente, y del siguiente, y luego podrá seguir dando servicio durante décadas como almacenamiento estacionario antes de afrontar un reciclado que es mucho más sencillo que las baterías de litio.
Para ponerlo en contexto, la mayoría de coches eléctricos actuales utilizan baterías LFP que suelen ofrecer entre 3.000 y 4.000 ciclos antes de caer por debajo del 80% de capacidad. Esto se traduce en una durabilidad aproximada de entre 600.000 y 800.000 kilómetros. En comparación, la batería Naxtra multiplicaría esa cifra por más de siete veces.
Y todo ello con un coste que podría situarse en apenas 10 euros por kWh. Es decir, una batería de 70 kWh costaría solo 700 euros, cuando a día de hoy esa misma capacidad ronda los 7.000 euros con celdas convencionales.

A esta durabilidad hay que sumarle otro de los puntos fuertes de esta batería: su rendimiento térmico extremo. La química de sodio-lito desarrollada por CATL permite su funcionamiento estable desde -40 °C hasta 70 °C, manteniendo el 90% de su capacidad útil incluso en condiciones adversas, principalmente en climas de frío extremo, donde la eficiencia suele caer de forma drástica.
CATL también ha confirmado que más de 30 modelos de producción integrarán esta batería a partir de 2025, entre ellos marcas como Geely, Chery, GAC o Voyah. El sistema se comercializará bajo el nombre de Freevoy, y llegará tanto a vehículos industriales, donde su potencial se incrementa todavía más, como a turismos eléctricos.
Tal como señalamos en el artículo anterior, uno de los principales obstáculos del sodio era romper el círculo de la escala: necesita volumen para abaratarse, pero necesita ser barato para alcanzar ese volumen. Si CATL logra escalar esta tecnología y mantener los precios anunciados, la barrera económica del coche eléctrico quedaría completamente eliminada.
Aunque todavía faltan datos técnicos detallados y validaciones independientes, la apuesta de CATL marca un antes y un después. Porque si esa batería que cuesta 700 euros puede durar 5,8 millones de kilómetros, ya no hablamos de una evolución, sino de una revolución total.