Volkswagen inicia la producción del ID.3 GTX FIRE+ICE, una edición limitada con hasta 591 km de autonomía
Volkswagen arranca la producción de una versión muy especial del ID.3. Denominada GTX FIRE+ICE, es una versión limitada a 1.990 unidades con detalles como más potencia y diseños exteriores propios, que le convierte en el ID.3 más exclusivo y deportivo del compacto eléctrico alemán.
Volkswagen ha comenzado la producción en serie del ID.3 GTX FIRE+ICE, una edición especial que se fabrica en las plantas de Zwickau y Dresde. Inspirado en el mítico Golf II Fire and Ice de los años 90, este modelo busca atraer tanto a los nostálgicos como a quienes buscan un compacto eléctrico deportivo de altas prestaciones y de diseño más radical.
El nuevo ID.3 GTX FIRE+ICE estará disponible con dos configuraciones de motor eléctrico, con 210 kW (286 CV) o 240 kW (326 CV). En ambos casos el par máximo es de 545 Nm, lo que garantiza una respuesta inmediata. En la versión más potente, la aceleración de 0 a 100 km/h se queda en 5,7 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 200 km/h limitada electrónicamente. El chasis deportivo DCC será de serie en el modelo más alto y opcional en el de 210 kW.
La batería es el pack de 79 kWh útiles del grupo, capaz de acceder a potencias de carga de hasta 185 kW. Con esta potencia, el coche puede pasar del 10% al 80% en apenas 26 minutos, situándose entre los compactos eléctricos más rápidos en recarga de su categoría. En cuanto a la autonomía, homologa hasta 591 km WLTP, una cifra que lo coloca por encima de la mayoría de rivales directos en Europa, por lo que además de dar una vuelta divertida de vez en cuando, también podremos viajar con comodidad con esta versión.
La producción estará limitada a 1.990 unidades en homenaje al año de lanzamiento del Golf original, con precios en Alemania a partir de 56.020 euros.
Desde su lanzamiento en 2019, Volkswagen ha producido ya más de 350.000 unidades del ID.3, consolidándose como uno de los coches eléctricos más vendidos del grupo. Cerca de un 10% de esa producción corresponde a versiones deportivas GTX, que se han convertido en un pilar de la estrategia de electrificación de la marca.
Una edición especial con la que Volkswagen quiere apelar al lado emocional de los clientes y acercarse al éxito de los años 90 con una propuesta que combina exclusividad, altas prestaciones, buena autonomía, y la herencia de un modelo mítico.
