China elimina los impuestos a los coches eléctricos

A pesar del tremendo problema de contaminación en sus ciudades, y la cada vez mayor dificultad para abastecer a la ingente cantidad de coches que cada día se echan a la calle, China no es una escenario muy propicio para los coches eléctricos. A pesar de contar con hasta 50 modelos diferentes de fabricantes locales, el elevado precio, unido al desconocimiento por gran parte de los consumidores de su existencia, hace que las ventas de estos sean prácticamente inexistentes.

Para incentivar la compra, el gobierno comunista puso en marcha un agresivo plan de ayudas públicas con cantidades de hasta 14.600 euros por unidad, pero después de comprobar que no eran suficientes, han decidido que en 2012, los coches impulsados por electricidad queden exentos de impuestos.

Se trata de una medida radical que pretende de una vez relanzar una tecnología que ayude a paliar los graves problemas que azotan a un país que a pesar de la crisis mundial, sigue creciendo de forma desaforada, lo que supone que cada vez más gente pueda permitirse un coche privado, con el resultado conocido.

La situación llega a tal punto, que en algunas ciudades chinas, los automovilistas tienen en muchas ocasiones, que aguardar pacientemente hasta dos horas para lograr repostar sus vehículos, bien sea por la cantidad de vehículos que llegan a las estaciones de servicio, como muchas veces al desabastecimiento de las mismas.

La exención de impuestos, unida a las ayudas directas, es una medida que hemos tratado y debatido en algunas ocasiones, y que trasladado a nuestro país supondría a efectos prácticos que modelos como los Mitsubishi i-Miev y sus variantes de PSA, costasen en torno a los 23.500 euros, mientras que el Nissan Leaf pasaría de los 29.950 a los 24.400 euros y el pequeño Renault Twizy 80, saliese por unos módicos 4.200 euros, unas cantidades asumibles por una cantidad de consumidores mucho más amplia que con los actuales costes.

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Fuente:
Chinacartimes