El grupo Nissan-Renault se había marcado un ambicioso objetivo, alcanzar 1.5 millones de coches eléctrico para el 2016. Pero a la vista de los números, el presidente del grupo ha admitido que las ventas están discurriendo a un ritmo más lento de lo esperado.
Según Carlos Ghosn, para llegar a 1.5 millones de coches eléctricos serán necesarios entre cuatro y cinco años más. Este bajo número de ventas según Ghosn, se debe principalmente a la falta de infraestructuras de recarga. Hasta el momento el grupo franco-japonés ha entregado desde 2010 un total de 120.000 coches eléctricos, incluyendo al pequeño Renaut Twizy. Una cifra lograda en su mayor parte por un único modelo, el Nissan LEAF.
Durante estos tres años, el LEAF ha alcanzado las 85.000 unidades en todo el mundo. Por su parte Renault ha entregado 35.000 unidades de su familia de eléctricos. Una gama de cuatro modelos que en su defensa hay que decir que sólo están a la venta en Europa, y que el más popular, el Renault ZOE, está disponible desde el pasado mes de marzo.
Profundizando sobre las causas, Carlos Ghosn no piensa que el precio de los vehículos sea el problema. Los incentivos públicos han conseguido rebajar los precios hasta según este, cifras razonables. El problema son los puntos de recarga, una situación que compara con un escenario donde no existiesen las gasolineras, y donde no se venderían coches a gasolina.
Personalmente no estoy muy de acuerdo con el Sr Ghosn. El precio es sin duda el principal muro con el que se topan los compradores, antes de la infraestructura de recarga. Tiene una importancia elevada, pero no tanto como el aspecto económico, no hay más que ver las buenas cifras que está logrando el Renault ZOE en Francia, o la evolución positiva del LEAF después de rebajar su precio.
Está claro que lo ideal sería un coche eléctrico barato, y unas infraestructuras de recarga generosas. Pero por desgracia de momento no tenemos ni una cosa ni la otra, y esas son las razones para las bajas ventas.
Vía | Greencarreports
