El presidente de la división norteamericana de Audi, Scott Keogh, ha afirmado durante el Salón del Automóvil de Los Ángeles que para dentro de 10 años el 25% de sus ventas corresponderán a coches eléctricos.
Según el directivo del fabricante alemán, «Audi no es una marca que vaya con medias tintas. Cuando entramos en un segmento nos gusta hacer bien las cosas«. Suponemos que no se refiere a la pobre autonomía lograda por el A3 e-Tron, la primera incursión de Audi en el sector eléctrico, que como recordamos el ciclo le ha otorgado apenas 27 kilómetros de autonomía eléctrica.[blocktext align=»left»]Volkswagen nos deja ver sus planes de futuro eléctricos [/blocktext]
El siguiente paso de la marca de los aros será algo más ambiciosa. El Audi Q6 e-tron será un todocamino 100% eléctrico que llegará en 2018. Este si que nos permitirá medir la temperatura del entusiasmo de Audi con los coches eléctricos, ya que se espera que cuente con elementos como una autonomía por encima de los 500 kilómetros, y además recarga de 150 kW que en apenas 30 minutos conectado le permitirá recorrer 320 kilómetros.
Llama la atención que se comenta en la entrevista que Audi está desarrollando una red de recarga rápida a lo largo de Estados Unidos, que permitirá desplazamientos moderadamente largos a los mandos de un coche eléctrico ya en la segunda generación.
Lo que no parece es que Audi tenga al menos a medio plazo lanzar un modelo eléctrico por debajo del Q6 antes del 2018. Aquellos proyectos de lanzar un A1 con extensor de autonomía han quedado para rellenar el museo. Esto significa que la apuesta se ceñirá al A3 e-Tron, al Q6, el R8 e-tron, y posiblemente a finales de la década a un modelo a hidrógeno.
Una estrategia de empezar la oferta eléctrica por la parte alta de la gama, que parece que se convertirá en tendencia en los próximos años en las marcas premium.
Vía | cnbc