Volkswagen y los sindicatos han anunciado un plan de viabilidad que supondrá una reducción de la plantilla del fabricante alemán en unos 30.000 empleos. Un movimiento que atiende a una necesidad de reducir costes, golpeados después del escándalo de las emisiones, y al mismo tiempo dimensionar la plantilla de cara a la llegada del coche eléctrico.
Este plan tendrá un fuerte impacto en las fábricas alemanas. Según algunas fuentes, sólo en este mercado se recortarán unos 23.000 empleos. Algo que de confirmarse supondría un pequeño alivio para el resto de plantas fuera del territorio alemán. Con estos recortes, Volkswagen espera lograr unos ahorros de 3.700 millones de euros anuales.
El acuerdo entre el fabricante y los sindicatos se ha producido con la condición de que VW de los pasos para modernizar su oferta, y ampliar su inversión en el sector del coche eléctrico. Unos nuevos puestos de trabajo que se estiman llegarán a los 9.000 empleos, y que además deberán estar localizados en Alemania.
De esta forma desde VW se ha acordado construir un utilitario eléctrico deportivo en la principal planta de la compañía en Wolfsburgo, y también un segundo vehículo eléctrico más pequeño, conocido como el I.D., en la ciudad alemana de Zwickau. Por su parte los motores serán de fabricación propia, y saldrán de la planta de Kassel.
Interesante también el apartado que hace mención a la fabricación de baterías. Finalmente si no hay cambios posteriores, Volkswagen se ha decidido por la fabricación propia de baterías para los modelos de nueva generación. Según las fuentes, las celdas saldrán de la fábrica de Salzgitter, mientras que los packs se ensamblarán en Braunschweig.
Algo que de confirmarse, supondría un cambio radical respecto a la estrategia del resto de fabricante alemanes, y de la práctica totalidad de la industria, de comprar las baterías a suministradores asiáticos o japoneses.
Esto supondría, de confirmarse, que Volkswagen habría dado luz verde a su propia y rumoreada Gigafábrica de baterías. Una instalación que tendrá que suministrar baterías para entre 2 y 3 millones de coches para 2025. Un reto monumental que choca con el plan de ajuste que acaba de firmarse.
Una inversión que según los rumores, sería aprobada si los sindicatos cedían en sus exigencias. Algo que parece que ha sucedido.
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Vía | Reuters
