Volkswagen levantará una gigafábrica de baterías en Alemania, pero si hay cesiones por parte de los trabajadores

Desde hace tiempo existe un rumor de que el grupo Volkswagen estaría preparando levantar una fábrica de baterías para alimentar un programa de coches eléctricos que afronta su fase de implantación definitiva. Una instalación que permitiría reducir la preocupación sobre la dependencia del grupo de los fabricantes de baterías asiáticos, y que además mantendrá una parte importante del proceso dentro del país.

Ahora parece que Volkswagen está usando esta posible instalación en su negociación con los sindicatos. Según la prensa alemana, el grupo ha ofrecido levantar esta fábrica de baterías, que según varias fuentes supondría una inversión de unos 10.000 millones de euros, pero a cambio de una reducción de la plantilla. Un recorte que para el grupo germano dimensionaría el número de trabajadores a una demanda que ha caído desde el escándalo de las emisiones.

Según Bernd Osterloh, presidente del comité de empresa en Volkswagen «El fabricante debe desarrollar sus propias competencias en el área del desarrollo de celdas y baterías desde el puntos de vista de la investigación y desarrollo. Necesitamos un compromiso por parte de Volkswagen de cara a la fábrica de baterías, a cambio de un recorte de la plantilla«.

Para el representante sindical, si no hay fábrica de baterías, no habrá recortes en la plantilla. Un aviso bastante claro que debería suponer que el consejo de VW de por fin luz verde al proyecto.

Y es que el grupo alemán debe afrontar una importante reestructuración para adaptarse al mercado del coche eléctrico. Una reducción de los costes necesarios para ser competitivos en un sector en el que la competencia lleva más de un lustro de ventaja. Una desventaja que choca con los elevados costes de producción dentro de Alemania.

El principal problema para Volkswagen es que los sindicatos además de la fábrica de baterías, también quieren que la producción de los nuevos coches eléctricos se realice en las plantas alemanas. Y precisamente el primer en llegar, el Audi e-Tron, no cumplirá con ese requisito ya que ha sido adjudicado a la fábrica que tienen en Bélgica.

Algo que nos indica que Volkswagen además de ir por detrás a nivel comercial y tecnológico, tiene también por delante mucho trabajo a nivel competitivo y laboral si quiere que el programa de coches eléctricos, que pretende poner en la calle 30 modelos y vender entre 2 y 3 millones de unidades al año en 2025, no se convierta en un desastre económico.

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Vía | Autonews