Un Tesla Model S comienza a arder sin estar enchufado. Según Tesla, la culpa es de un pequeño accidente previo

En los últimos años hemos visto algunos incendios en unidades del Tesla Model S. Incidentes principalmente relacionados con accidentes, o con problemas durante la recarga, aunque también hemos visto alguno que se ha provocado de forma espontánea. Nada alarmante ya que según la agencia de tráfico de los Estados Unidos, de promedio los modelos de Tesla sufren este problema en menor medida que los de combustión interna.

Pero algunos casos no dejan de ser cuando menos sorprendentes. Como ejemplo el incendio de un Model S 70D en la ciudad de británica de Manchester. El propietario de este Tesla estaba visitando a su madre, cuando sin haber enchufado el coche, este comenzó a arder por su parte frontal.

Inmediatamente el propietario ha llamado a los bomberos, que lograron extinguir el fuego antes de que este llegase a las baterías. Algo que ha evitado el incremento de la operación de extinción. El resultado de todas formas es un Model S para el desguace.

Ahora una investigación de la aseguradora indica que el origen del fuego ha estado en un condensador del BMS situado detrás del parachoques. La causa está en algo tan tonto como un choque de alcance a baja velocidad. Uno de los muchos impactos en las rotondas, cuando el conductor del Tesla se prestaba a entrar y sin previo aviso el conductor del vehículo que le precedía ha frenado. Un golpe a 16 km/h, que ha tenido como resultado pequeños daños en el frontal. Ha sido tan ligero, que incluso el sistema Autopilot ha seguido funcionando sin problemas.

Posteriormente se ha llevado el vehículo al taller de Tesla, donde han procedido a la reparación de los daños. Pero dos meses después de este pequeño incidente, el coche ha comenzado a arder con los resultados que podemos ver en las fotos.

Desde Tesla también se ha encargado una investigación independiente, y han llegado a la conclusión que el origen del incendio ha estado en el accidente de la rotonda sucedido dos meses antes.

Resulta cuando menos extraño que un choque a baja velocidad haya podido tener como resultado un daño capaz de prender fuego en el vehículo. Más todavía cuando el vehículo ha sido reparado en un taller oficial del fabricante, lo que debería reducir el riesgo de una mala terminación de los trabajos.

Por suerte para el propietario la aseguradora se ha hecho cargo de todos los gastos, y abonará el coste de un vehículo nuevo.

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Vía | Electrek