Fisker patenta una batería de electrolito sólido que permitirá recargas en 1 minuto
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Publicado: 15/11/2017 12:13
Los tiempos de recarga han sido desde el principio del desarrollo del mercado del coche eléctrico uno de sus principales limitaciones a la hora de asaltar el mercado de masas. Para solucionarlo diferentes equipos trabajan en baterías que permitan acceder a potencias de recarga ultra rápidas que permitan acortar estos tiempos. Pero el problema es el impacto que tienen sobre la vida útil de la propia batería.
Una de las tecnologías más prometedoras es el electrolito sólido. Un sistema que incrementa de forma importante la estabilidad de las celdas gracias a la ausencia del líquido presente en los sistemas actuales.
La carrera por desarrollar esta tecnología está en una fase muy interesante, con grandes grupos buscando la fórmula para lograr solucionar los retos que todavía tienen por delante este tipo de baterías. Uno de ellos es el fabricante norteamericano Fisker, que esta semana nos ha traído novedades en sus trabajos.
Estos han registrado una patente del desarrollo de una batería de electrolito sólido. Una tecnología que indica les permitirá poner en la calle un vehículo capaz de acceder a recargas ultra rápidas que en apenas 1 minuto recuperarán buena parte de la capacidad de dicha batería. Por supuesto, no han pasado de ese llamativo titular y no han indicado los kWh ni la autonomía que recuperaría un coche con este sistema.
Si han puesto fecha al inicio de la producción en masa. Según Fisker, estiman que para 2023 se podrá comenzar la producción en cadena de este tipo de batería. Una fecha dentro de la media del resto de desarrolladores.
Entre los principales avales para que una empresa tan pequeña como Fisker tenga alguna posibilidad frente a grandes grupos como LG, Samsung o Toyota, es que entre los miembros del equipo de desarrollo está uno de los fundadores de Sakti3. Famosa por sus avances en esta tecnología y adquirida por Dyson en 2015. Otro de los que apuestan por el electrolito sólido.
De lograr completar sus trabajos, Fisker indica que será capaz de poner en la calle un coche eléctrico dotado de una autonomía de unos 800 kilómetros con cada carga, y con una batería que ocuparía el mismo espacio que un pack convencional actual. Si a esto le sumamos una recarga ultra rápida, la diferencia de autonomía y tiempos de recarga se difuminarían con los modelos con motor de combustión.
Lo mejor de todo es que Fisker ha confirmado que durante el CES de Las Vegas del próximo mes de enero mostrarán una batería desarrollada con esta tecnología. Una forma de atraer miradas, y seguramente algo de inversión que ayude a completar el desarrollo de su primer modelo.
Una primera propuesta que recordamos llegará al mercado en 2019, y que lo hará dotado de un pack de baterías de litio que sumarán una capacidad de 145 kWh, que le permitirán alcanzar una autonomía de unos 640 kilómetros. Un modelo que ya de por si contará con un importante nivel de recarga, ya que podrá recuperar entre 320 y 480 kilómetros de autonomía al coche en apenas media hora conectado a un punto súper rápido.