El Plan Movalt se ha agotado en unas pocas horas. ¿Y ahora qué?

El Plan Movalt, dotado de 20 millones de euros destinados a proporcionar ayudas para la compra de vehículos ecológicos (así como 15 millones para puntos de carga y otros 15 para soluciones de I+D+i), se ha agotado en cuestión de horas. No ha durado ni siquiera un día, algo que nos recuerda enormemente a lo ocurrido con el Plan MOVEA el pasado agosto.

Según los cálculos realizados por los responsables del Plan, alrededor de 5.000 vehículos se han podido adquirir gracias al plan de ayudas, si bien no se sabe en qué proporción han sido vehículos eléctricos y vehículos a gas (GLP, GNC, etc).

Al plan se podían acoger todos los vehículos eléctricos, siendo aquellos con una autonomía superior a los 72 km por carga los que podían acceder a los 5.500 euros máximos, a los que hay que sumar otros 1.000 que debe poner cada concesionario para la instalación de un punto de carga para el coche que hayan vendido.

Hay que destacar, eso sí, que sólo entraban en el plan aquellos modelos cuyo precio tras las ayudas y los impuestos quedaran por debajo de los 32.000 euros. Un límite relativamente bajo, pues coches como el Tesla Model 3 (si se vendiera ya) probablemente quedarían fuera de los planes de ayudas.

ANFAC ha pedido al gobierno que amplíe el Plan Movalt con nuevos fondos, pues se ha demostrado que existe un enorme interés hacia los vehículos de propulsión alternativa. Además, también proponen que las ayudas se vuelvan estructurales a semejanza de otros países europeos, donde las ayudas son fijas y no dependen de planes estacionarios.

Una vez más, las limitadas ayudas no se han correspondido con el interés existente por parte de los consumidores, muchos de los cuales quieren dar el salto a la movilidad alternativa pero se ven atados de pies y manos ante la falta de interés del gobierno y los precios todavía altos de los fabricantes.

Es muy probable que medidas como una reducción o exención del IVA fueran mucho más eficaces que los planes que se llevan aprobando hasta ahora. Países como Noruega, donde los modelos enchufables alcanzan un 40% de cuota de mercado (frente al ridículo 0,55% de nuestro país), nos muestran que este tipo de solución es muchísimo más eficaz, además de ser más sencilla al no tener que incluirse en la declaración de la renta.

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