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El acuerdo de Renault-Nissan con CATL permitirá aumentar la producción y atender la demanda existente de coches eléctricos en Europa

Esta mañana hemos hablado de la imparable evolución que el fabricante chino de baterías CATL está viviendo. Algo que le permite cerrar acuerdos con marcas como BMW, Volkswagen o Daimler, y más recientemente con el grupo Renault-Nissan. Unos contratos que tienen como primer objetivo cubrir la demanda de los modelos vendidos en China, pero en el caso del contrato con Renault y Nissan, tendrá unas repercusiones mucho mayores.

Según las últimas noticias, CATL suministrará en una primera fase celdas al nuevo eléctrico de Nissan para el mercado chino, el Sylphy. Un LEAF con cuatro puertas que será el primero modelo del grupo en llevar unas baterías fuera de los suministradores habituales, LG o AESC. Algo que bastante significado simbólico, ya que un suministrador chino se encargará de la producción para una marca japonesa. Un movimiento que se extenderán a otros mercados.

Según el diario japonés Nikkei, la Renault Kangoo ZE también recibirá las celdas de CATL. Un movimiento muy importante que supondrá el debut en Europa de las baterías de este fabricante. Unas celdas que ahora son suministradas por LG en un pack de 33 kWh.

Gracias a la llegada del fabricante chino, se espera que se logre rebajar los costes de producción de la propia Kangoo ZE. Y no solo eso, con la liberación de la producción de la furgoneta, Renault podrá centrar todo el suministro disponible en el ZOE, dando un pequeño alivio a una producción que está por debajo de la demanda.

Una alternativa que estará disponible también para otras marcas, como Hyundai, que afirman no contar con suficiente suministro de baterías para atender la demanda de modelos como el IONIQ o el próximo Kona eléctrico, y que podrá contar con una alternativa a mano para reducir este problema.

Y es que la evolución productiva de CATL es más que destacable. Según las previsiones pasarán de los 23 GWh logrados el pasado 2017, a los 30 GWh al año para finales de 2019, y llegar a 50 GWh en 2020. Una economía de escala que supondrá acceder a un coste del kWh realmente competitivo.

Una producción destinada en su mayor parte a atender una demanda interna de China que no parará de crecer en los próximos años, pero que como vemos también tendrá su impacto en un mercado europeo. Un mercado donde se dan la mano la inacción de las marcas tradicionales, con una baja capacidad productiva de los fabricantes de baterías que está ralentizando tanto las ventas, como la bajada de precios de los vehículos.

La conclusión es que no sería descartable ver como en 2019 llegue a Europa la nueva versión del Nissan LEAF con un pack de 60 kWh, pero en lugar de celdas de AESC o de LG, monte baterías de CATL. Algo que podría también aplicarse a la nueva generación del Renault ZOE que debería presentarse a lo largo de 2019 y cuyo precio según Renault debería situarse a la altura de un equivalente con motor diésel ya en 2020. Algo para lo que hará falta un salto adelante en cuanto a costes, empezando por la propia batería.

Vía | Nikkei

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