El Audi e-tron Quattro nos muestra sus secretos aerodinámicos, entre ellos, sus retrovisores virtuales
4 min. lectura
Publicado: 02/06/2018 12:40
La presentación oficial del Audi e-tron Quattro, el primer coche eléctrico de nueva generación de la marca alemana, se va acercando: su revelación se producirá el próximo 30 de agosto, mientras que se pondrá a la venta antes de que finalice el año vigente. Mientras tanto, Audi continúa promocionándolo, ya sea paseando unidades del modelo definitivo camufladas, ya sea revelando mediante cuentagotas algunas informaciones inéditas del vehículo.
Uno de los problemas a los que se suelen enfrentar los fabricantes de SUVs es la aerodinámica. Si bien esto no es un problema preocupante en los coches de combustión, se vuelve clave en los eléctricos de cara a mejorar su rendimiento y eficiencia, y con ello su autonomía. Podemos encontrar ejemplos como el Jaguar I-Pace o el Tesla Model X, sendos SUV eléctricos que tienen un gran trabajo aerodinámico detrás para mejorar al máximo su eficiencia.
Precisamente, uno de los puntos en los que más se ha centrado Audi durante el desarrollo de su nuevo e-tron Quattro ha sido en la optimización aerodinámica. Conscientes de que no pueden depender sólo de la capacidad bruta de la batería para conseguir una autonomía elevada que les permita ser competitivos frente a unos rivales que cada vez serán más avanzados, Audi ha desarrollado una serie de soluciones verdaderamente vanguardistas para su SUV eléctrico, las cuales han sido puestas a prueba en el túnel de viento que tiene la marca alemana en su sede de Ingolstadt.
Con un millar de horas de trabajo a sus espaldas, los ingenieros encargados de perfeccionar la aerodinámica del e-tron Quattro pueden darse por satisfechos: el Cx (coeficiente de penetración aerodinámica) del SUV alemán es de 0,28. El mismo que podemos encontrar en coches a priori mucho más aerodinámicos, como por ejemplo, un Opel Astra K o un Porsche 911 (generación 997). ¿Cómo lo han conseguido?
Por un lado, están los retrovisores virtuales, que serán opcionales y una primicia mundial en un coche de producción. Al ser de pequeño tamaño, reducirán la anchura del vehículo en 15 centímetros. Consisten en sendas cámaras de pequeño tamaño y calidad Full HD que transmitirán en tiempo real imágenes a unas pantallas OLED que encontraremos entre el salpicadero y los paneles de las puertas. Estas pantallas podrán adaptar su visualización según la situación (giros, aparcamientos, carretera…).
La parrilla delantera por su parte contará con dos persianas activas, que podrán cerrarse o abrirse según las necesidades de caudal de aire. La superior servirá para la refrigeración y el climatizador, mientras que la inferior para refrigerar los frenos delanteros en caso de necesidad.
De la aerodinámica lateral se encargan dos entradas de aire que canalizan el aire hacia las ruedas. Además, los bajos del coche estarán completamente carenados. Tampoco podemos olvidarnos de la suspensión neumática adaptativa, que permitirá rebajar la altura de la carrocería automáticamente en 26 milímetros a partir de 120 km/h para mejorar la eficiencia.
Fuente | Automotive World