¿Hay espacio en el mercado para un nuevo coche eléctrico económico de Nissan?
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Publicado: 14/06/2018 09:51
Desde que en 2011 llegó al mercado el Nissan LEAF, la familia eléctrica del fabricante japonés sólo ha crecido con la llegada de la furgoneta e-NV200. A partir de ahí no hemos visto novedades. Y los nuevos anuncios nos indican que la oferta crecerá hacia arriba con la llegada de algún todocamino.
Pero la pregunta que nos hacemos es si Nissan debería mirar también hacia abajo. Esta pregunta tiene su origen en un interesante render que ha publicado un grupo de diseñadores, y que nos propone un Nissan eléctrico y urbano. Una propuesta que se colocaría por debajo del LEAF, y que tendría como objetivo ofrecer una alternativa más reducida en tamaño, pero también más económica.
Para la ocasión estos diseñadores han tomado prestado el cuerpo de todo un veterano como es el Mitsubishi i-MiEV. Un modelo que desembarcó antes que el propio LEAF, y que a pesar de algunas modificaciones se ha quedado anclado en la edad de piedra de los coches eléctricos.
Pero eso no quiere decir que no sea una base interesante sobre la que desarrollar una propuesta destinada a un público principalmente urbano. Un modelo al que habría que modernizar su aspecto exterior para adecuarlo a los nuevos tiempos, pero que básicamente mantendría la filosofía del Mitsubishi.
Además de un lavado de cara exterior e interior, este nuevo Nissan eléctrico debería contar con un sistema de propulsión y baterías también adaptado a la actual generación. Pero no necesitaría una batería de enormes dimensiones. Algo que chocaría con la idea de una propuesta económica. La recarga por su parte no necesitaría llegar a los 50 kW del i-MiEV, y podría montar un sistema trifásico capaz de alcanzar los 11 o los 22 kW. Suficiente para recargar su batería al 100% en poco más de una hora.
Podemos pensar que un motor como el del Renault ZOE, con 80 kW (110 CV) y una batería de 30 kWh como la del anterior LEAF, suficiente para lograr una autonomía real en torno a los 250 kilómetros. Una combinación que permitiría poner en marcha una alternativa cuyo precio estaría antes de ayudas o promociones por debajo de los 20.000 euros.
Una propuesta que podría encajar entre los compradores particulares, pero también entre aquellas empresas e instituciones públicas que buscan reducir su coste energético usando coches eléctricos, y los cuales no necesitan grandes todocaminos ni berlinas de lujo para completar sus desplazamientos diarios.