Andy Palmer, director ejecutivo de Aston Martin, ha confirmado de forma oficial que además de revivir la marca de súper lujo Lagonda, esta contará con un coche eléctrico entre sus primeros lanzamientos.
Este se convertirá en un nuevo rival para el Rolls-Royce Phantom, que verá como además de más competencia, esta llega adoptando de forma abierta y directa las nuevas formas de movilidad, como los motores eléctricos. Una señal de que algo está cambiando también en un sector de lujo donde hasta ahora los sistemas alternativas apenas han tenido presencia.
La decisión refleja el plan de Aston Martin de posicionar la marca Lagonda como una alternativa futurista a Rolls-Royce y Bentley. Su objetivo es ser la primera marca de lujo en adoptar las nuevas tecnologías y la eficiencia del diseño de los coches eléctricos. Todo mezclando un sistema de propulsión eléctrico, silencioso y que además permitirá dotar de más espacio para los pasajeros.
Aunque todavía falta mucho tiempo, durante el cual seguramente veremos algunos cambios, el Lagonda eléctrico tendrá un diseño en forma de cuña, típico de los Aston Martin Lagonda de los años 70 y 80 y del Lagonda Taraf de 2014, cuando Aston Martin decidió resucitar de forma breve a la marca para construir un sedán de lujo destinado a los mercados de Oriente Medio, países donde este tipo de vehículo tiene una gran demanda.
En el interior encontraremos cuatro plazas individuales, que se pueden enfrentar, formando un pequeño salón en el habitáculo. Algo que combinará a la perfección con un sistema de conducción autónoma de nivel 4, que permitirá a los ocupantes desentenderse del volante y crear un espacio de relax o de trabajo en el interior del vehículo.
Pero antes de la llegada de la versión eléctrica del Lagonda, el fabricante británico lanzará al mercado un Rapid eléctrico, del que apenas se pondrán a la venta una pequeña tirada de 155 unidades. Un modelo que servirá para romper el hielo, y que se usará para ganar experiencia técnica y a nivel de ventas de este nuevo tipo de vehículos en Aston. Posteriormente verá la luz en 2019 el DBX. Un todocamino que tendrá entre su oferta mecánica una totalmente eléctrica, y que llegará para competir en el cada vez más concurrido segmento de los SUV eléctricos de lujo.
Un aviso alto y claro, principalmente para las marcas alemanas, que están viendo como incluso nichos tan exclusivos como los ocupados por Rolls Royce, Bentley y compañía, se enfrentan a una inevitable electrificación.
Vía | Autocar
