Así es, si estás pensando próximamente en adquirir uno de los nuevos modelos eléctricos que hay disponibles en el mercado (y cada vez más), que sepas que muy probablemente no sea ninguno fabricado por las marcas surcoreanas KIA o Hyundai. Puede ser una afirmación muy atrevida a primera vista, pero con los datos en la mano vas a saber por qué va a ser difícil hacerse con uno de los modelos eléctricos de este grupo asiático.
Actualmente, la unión KIA-Hyundai dispone de cuatro modelos totalmente eléctricos disponibles en el mercado, además de alguno más híbrido: por parte de KIA tenemos el exitoso e-Niro, un SUV compacto de 4’36 metros de longitud, y el futuro Soul eléctrico, otro SUV cuya carrocería se asemeja más a la de un monovolumen pequeño o un kei-car y que se pondrá a la venta a principios del año que viene; por otro lado, tenemos el Hyundai Kona Eléctrico, un pequeño SUV urbano que tantos éxitos está cosechando por Europa y el polifacético IONIQ, un kammback de 4’47 metros de longitud disponible con tres tipos de propulsión (híbrido convencional, híbrido enchufable y eléctrico puro).
Estos vehículos del grupo surcoreano están cosechando grandes éxitos a lo largo de Europa y Asia debido a su buen rendimiento, su calidad de fabricación, comportamiento y autonomía eléctrica gracias a sus baterías de 39’2 o 64 kWh, las cuales proporcionan buenas prestaciones a estos modelos que, unido a la eficiencia de sus componentes, logran rangos de autonomía superiores a los de sus rivales. Este conjunto de baterías viene suministrada por otra empresa surcoreana, LG, que distribuye sus conjuntos a diferentes empresas gracias a su buena calidad y alto rendimiento. Y es aquí donde viene el problema.
La suma de dos factores, a priori buenos, como son el éxito de ventas de los modelos KIA y Hyundai unido a la buena aceptación de los packs de baterías fabricados por LG está provocando que la empresa suministradora de estos dispositivos no de abasto para producir todas las baterías necesarias para abastecer la demanda actual. Este cuello de botella está provocando que el grupo KIA-Hyundai pueda exportar cupos reducidos de sus modelos eléctricos puros a Europa, los cuales no dan para satisfacer la demanda creciente de este tipo de vehículos.
Es más, ya hemos visto problemas de este tipo en Noruega, con una fuerte demanda de vehículos eléctricos, donde hay asignadas apenas 2.000 unidades para el país para todo 2019 del KIA e-Niro, o donde el fabricante Hyundai ha confirmado solo 7.000 pedidos del Kona Eléctrico de las más de 20.000 peticiones de este vehículo. Con esta forma de cubrir la demanda, no nos extraña que el grupo surcoreano haya afirmado que planea vender en el mundo solo 30.000 unidades del KIA e-Niro para el año 2020-2021. Esto contrasta con las previsiones de otros fabricantes como Renault, que planea vender unas 150.000 unidades de su ZOE o Tesla con unas cifras similares de ventas de su Model 3.
Los coches eléctricos cada vez tienen más tirón en Europa, empujados en parte por las restricciones impuestas en las grandes ciudades y por el aumento de los niveles de contaminación y CO2. Es lógico pensar entonces que la demanda de este tipo de vehículos será año a año mayor, donde en países como Noruega se ha alcanzado el nivel de que el 30% del parque móvil ya es eléctrico. Por tanto, el grupo KIA-Hyundai debería resolver con su socio LG cuanto antes este problema de abastecimiento de las baterías, porque a este ritmo es muy probable que tu próximo coche eléctrico no sea KIA ni Hyundai.
