Estos días estamos viendo en el Salón de Ginebra como diferentes marcas presentan sus nuevas gamas, donde los sistemas eléctricos ganan peso. Pero en su mayor parte son versiones híbridas convencionales o híbridas enchufables. Propuestas que tendrán que defender las ventas en los próximos años.
El principal problema es que según llegan al mercado propuestas 100% eléctricas con cada vez más autonomía, al mismo tiempo que continúan extendiéndose las redes de recarga, los híbridos enchufables pierden de forma paulatina su interés. Principalmente por ser opciones bastante costosas, incluso superando a los modelos eléctricos.
Podemos ver la tendencia de futuro en mercados que van unos años por delante del resto, como es Noruega. Allí la llegada de nuevas propuestas eléctricas ha provocado que en este inicio de año las ventas de híbridos enchufables se hayan derrumbado, mientras crecían con fortaleza las de eléctricos puros. Y eso que modelos tan esperados como el Tesla Model 3 todavía no ha logrado entregar unidades en grandes cantidades, a lo que se suma la baja capacidad de otras marcas, como Hyundai, KIA, o Audi con su flamante etron.
El pasado mes de febrero los coches eléctricos puros han rozado las 5.000 unidades entregadas en Noruega, lo que supone una cuota de mercado del 40.7%. Por su parte los híbridos enchufables, que hasta mediados del pasado año se repartían casi a la mitad el mercado con los eléctricos, apenas han llegado al 12.8%.
Una de las explicaciones además de la menor demanda, puede estar también en los problemas de algunos fabricantes para cumplir con las nuevas normativas de homologación del ciclo WLTP, que ha provocado que propuestas tan demandadas como el Golf GTE o el Passat GTE hayan visto paradas temporalmente sus ventas.
Otro factor a tener en cuenta son los fuertes incentivos que el gobierno de Noruega ofrece a los coches eléctricos, y los pocos que pone para los híbridos. Algo que sin duda inclinará la decisión de muchos clientes hacia los eléctricos.
Pero la diferencia es demasiado elevada como para pensar que la tendencia sólo depende de estos factores, y podemos pensar que los clientes optarán en los próximos años mayoritariamente por las versiones eléctricas frente a las híbridas. Algo que como decimos en el titular, sin duda será una mala noticia para los grandes fabricantes europeos y japoneses, que están apostando muy fuerte por los PHEV como una forma de lograr ventas, y sobre todo reducir las emisiones contaminantes de sus gamas.
Y es que las señales llegan desde varios frentes. Recientemente podíamos ver como las ventas de eléctricos e híbridos de BMW en Estados Unidos había bajado el pasado mes de febrero un 42%. Un periodo de tiempo muy corto para sacar conclusiones, pero que se produce en plena expansión de las ofertas eléctricas puras de otras marcas. Unas opciones que además están comenzando a bajar sus precios, lo que deja a las híbridas my por encima a nivel económico.
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