Ayer conocíamos el caso de la primera llamada a revisión del Audi etron. Un modelo que tendrá que pasar por el taller para solucionar un problema de filtraciones de agua que suponían un riesgo de incendio. Ahora le toca el turno al Jaguar i-Pace, que también tendrá que acudir a los concesionarios de la marca británica a arreglar un imprevisto.
En este caso el i-Pace sufre un defecto de software que afecta a la frenada regenerativa. Un problema menor que tendría fácil solución de contar con actualizaciones a distancia, pero que al no disponer de estas obligará a los clientes a desplazarse físicamente a su taller Jaguar más cercano a que realicen la operación.
Según la nota de la agencia de seguridad en la carretera de los Estados Unidos (NHTSA) en caso de producirse en fallo puede suponer que cuando el conductor pise el freno, exista un pequeño espacio de tiempo entre que entra en acción el pedal, y se produce la deceleración.
Esta llamada a revisión afecta a algo más de 3.000 unidades, que son las entregadas en Estados Unidos hasta el momento. Pero es de suponer que al ser producidas todas en la misma planta, el resto también puedan llegar a sufrir este defecto, y sobre lo que hemos enviado a Jaguar España una solicitud para que nos lo confirme.
Un ejemplo de que ningún fabricante se libra de los defectos de fabricación, pero con la diferencia de que en unos casos estos se solucionan a distancia, reduciendo las molestias y arreglando el problema de una forma rápida, mientras que otros siguen anclados a un formato analógico que supone en muchos casos el tener que recorrer largas distancias hasta la concesión más cercana, para luego dejar el coche x horas o días hasta que se logra solucionar el imprevisto.
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Fuente | NHTSA
