Hace unos días veíamos como el presidente de Volkswagen afirmaba que el fabricar un coche eléctrico asequible era en la actualidad una tarea imposible. Todo por culpa de unos costes que hacía que un eléctrico sea mucho más caro que su equivalente con motor gasolina. Una situacion que indicaba, no se resolvería hasta lograr aumentar la economía de escala de forma importante. Algo en lo que parece ya están trabajando.
Según el portal Autonews, Volkswagen estaría en conversaciones con otras marcas para compartir los costes de desarrollo en sistemas eléctricos y plataformas, para de esa forma lograr unos ingresos extra que permita amortizar antes los costes, y además aumentar la producción de dichos componentes para reducir su precio.
Ulrich Widmann, jefe de desarrollo de Audi, confirma este extremo y añade que compartir los avances son la única forma de aumentar la escala de la producción, que permita acceder a un nivel de costes menores. Algo que hará más competitivos todos los modelos del grupo.
De momento no hay detalles de qué marcas se han puesto en contacto con Volkswagen para acceder a su tecnología. Una oferta de apertura que de momento parece que afectará sólo a los modelos que usen la plataforma PPE (Premium Platform Electric) diseñada principalmente para albergar a berlinas y todocaminos.
Según el analista de Bloomberg, Michael Dean: «Dada la gran inversión en investigación y desarrollo que se requiere para la transición hacia los coches eléctricos a batería, muchas marcas más pequeñas podrían estar interesadas, como por ejemplo Aston Martin, McLaren y Maserati. No se puede descartar BMW y Mercedes-Benz, que podrían también beneficiarse de esta alianza».
Pero estos acuerdos no se centrarán sólo en la parte premium de la oferta. En la parte de acceso Volkswagen lleva tiempo trabajando para agregar socios que permitan compartir los elevados costes de desarrollo de los nuevos modelos eléctricos. Es el caso de Ford, que ha firmado un acuerdo con el grupo alemán para acceder a su plataforma MEB y a los sistemas de propulsión y baterías, que les permitirán crear una oferta de coches más asequibles, ayudando de paso a VW a amortizar parte de los costes.
Un acuerdo que cuyo impacto económico se ha estimado alcanzará entre 10.000 y 20.000 millones de dólares en los próximos 6 años, y que supondrá el lanzamiento de al menos dos modelos diferentes por parte de los americanos.
El objetivo de estos acuerdos no es sólo lograr rebajar los costes de producción, sino también conseguir unos precios más competitivos que permitan a Volkswagen y sus socios alcanzar un nivel de ventas lo más elevado posible en el menor tiempo. Todo con la vista puesta en el inicio de las nuevas normas de emisiones en Europa, y el endurecimiento de la cuota de ventas en China. Algo que obligará a las marcas a colocar cada vez más coches eléctricos en la carretera, y que sólo conseguirán si sus precios son más accesibles.
