El pasado año el Porsche Macan ha sido el modelo más popular de Porsche en todo el mundo. En total el SUV ha vendido 99.944 unidades, lo que representa un 30% del total de ventas del fabricante alemán. Unas cifras muy llamativas que lo son más si tenemos en cuenta que la marca de Stuttgart prepara un reemplazo para con una nueva generación que usará una plataforma dedicada a los sistemas eléctricos, y en la que no habrá opciones con motor de combustión.
Así lo ha indicado Michael Steiner, miembro del consejo ejecutivo y encargado de I+D en Porsche, que en declaraciones a la revista Autoexpresss ha dado detalles de su nuevo lanzamiento.
Según el directivo, el nuevo Macan eléctrico llegará en el otoño de 2021 y usará la plataforma desarrollada en exclusiva para modelos eléctricos del grupo Volkswagen, Premium Platform Electric (PPE). Una plataforma totalmente diferente a la J1 que usa el Taycan, que permitirá ofrecer un SUV con batería de alta capacidad, y además compatibles con las recargas ultra rápidas al usar previsiblemente el sistema de 800V que ya hemos visto instalado en el propio Taycan.
Esto permitirá lanzar un Macan eléctrico con baterías por encima de los 100 kWh, que le permitan lograr autonomía reales cercanas a los 500 kilómetros, y además con un sistema de carga que en 15 o 20 minutos permita con una toma de 350 kW recuperar el 80% de la capacidad de la batería. Una receta que combinada con un sistema de propulsión de altas prestaciones, permitirá ofrecer a los clientes de Porsche un modelo con una amplia autonomía, una recarga ultra rápida, y además manteniendo o mejorando el aspecto dinámico.
Este será sin duda un movimiento atrevido por parte de una Porsche que seguir el ejemplo de otras marcas, como recientemente FIAT, cuyo nuevo 500 será exclusivamente eléctrico. Pero al mismo tiempo manteniendo la actual generación a la venta durante un tiempo de forma paralela a la eléctrica. Algo que también pasará con el Macan que continuará un tiempo más con la versión de combustión a la venta mientras haya demanda.
Y es que no hablamos de electrificar modelos de baja tirada o simbólicos. Tanto en el caso de FIAT como de Porsche hablamos de lanzar versiones eléctricas de sus modelos más populares. Una especie de quema de puentes que no les permitirá volver a ofrecer una versión diésel o gasolina de sus nuevas variantes a no ser que se realicen enormes esfuerzos en el desarrollo de modelos bajo viejas plataformas. Algo que no parece que vaya a suceder.
Un paso adelante que tiene mucho que ver con las nuevas normas sobre emisiones, que hace que la venta de coches contaminantes sea cada vez menos rentable, y es por ello que las marcas sueltan amarras para abrazar la electrificación de sus gamas.
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