A pesar de la crisis mundial derivada de la pandemia del coronavirus, Tesla ha mantenido unas entregas más fuertes de lo esperado gracias entre otras cosas al impulso del mercado chino, que ha comenzado a recuperarse rápidamente tras un primer trimestre en el que las ventas se desplomaron por completo (si bien Tesla resistió bastante bien gracias a su modelo de venta online).
El papel de la fábrica Giga Shanghai ha sido clave para lograr este éxito: el Tesla Model 3 producido en la planta asiática hasta ahora se correspondía con la variante de acceso Standard Range Plus RWD; sin embargo, hace unas semanas también comenzó a salir de las líneas de la factoría la variante Long Range RWD, que aparentemente está teniendo una buena acogida.
Por contra, Tesla se vio obligada a cerrar su fábrica de Fremont desde finales de marzo hasta principios de mayo. Teniendo en cuenta que la mayoría de sus vehículos se producen en dicha planta, esto afectó de lleno a sus operaciones de venta y entrega durante el segundo trimestre, hasta el punto de que Elon Musk reabrió las instalaciones antes de lo permitido por las autoridades, algo que le valió una avalancha de críticas.
Aunque las primeras estimaciones predecían que Tesla entregaría entre 60.000 y 70.000 unidades de abril a junio; es decir, una caída del 25% respecto al año pasado, ahora algunos medios estadounidenses han descubierto que las ventas en Norteamérica se han acelerado notablemente en junio, con más de 50.000 entregas y 10.000 vehículos en tránsito.
Sumando a esto los mercados asiáticos y europeos, probablemente Tesla sea capaz de alcanzar las 100.000 unidades entregadas a lo largo del segundo trimestre. Esto sería una demostración más de la buena salud del negocio de Tesla en particular y de la demanda de coches eléctricos en general, pues las ventas de este tipo de vehículos se han visto mucho menos afectadas por la pandemia que las de los modelos térmicos.
A pesar de todo, Tesla sigue enfrentándose a algunos contratiempos: por un lado, numerosos clientes están rechazando las entregas de sus Model Y debido a los fallos constructivos que presentan sus unidades; por otro, los problemas logísticos están retrasando la llegada de los vehículos actualmente en tránsito a los compradores, algo que Tesla está tratando de solucionar con celeridad.
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