La empresa especializada en análisis de mercado Xingye Securities, ha publicado un informe en el que pone sobre la mesa el enorme acierto que ha sido para Tesla la apertura de una fábrica en China, donde está logrando un margen de beneficio por unidad vendida sin comparación en el mercado.
Según el informe, para el Model 3 Long Range, Tesla estaría consiguiendo un 32% de beneficio por unidad fabricada. Una cifra que crece hasta nada menos que el 35% en el caso de la Standard Range Plus. Algo que nos indica que curiosamente, está siendo más rentable la versión más económica.
Estos son datos que refrendan la apuesta de Tesla por el mercado chino, que se ha producido justo en un momento donde las ventas de coches estaban sufriendo su primera bajada en décadas, incluyendo las matriculaciones de coches eléctricos. Algo que no desanimó al fabricante norteamericano que logró poner en marcha la planta en tiempo récord. Ahora sabemos la razón de estas prisas.
Pero sin duda la parte más interesante del informe es la relacionada con al potencial todavía por explotar. Para los analistas, con un incremento de los componentes fabricados en china, como por ejemplo las baterías que comenzará a recibir desde las plantas de CATL y LG Chem situadas en el gigante asiático, Tesla todavía podría incrementar todavía más su margen de beneficio por unidad.
Esto conducirá si duda a una reducción de los precios del Model 3 en este mercado, lo que permitirá a los de Elon Musk ser más competitivos al mismo tiempo que mantienen unos márgenes de beneficio por unidad vendida que son la envidia del sector.
Y es que además de la reducción de costes por la bajada de precios de las baterías, Tesla también se beneficia de la cada vez mayor economía de escala de sus modelos, lo que le permite seguir rebajando los costes del resto de componentes en una tendencia que no hace más que coger velocidad gracias a los trabajos en proyectos como la Gigafábrica de Alemania, que permitirá a Tesla de nuevo dar un salto adelante enorme, con el consiguiente impacto de nuevo en los márgenes de beneficio.
Una ventaja competitiva a la que en breve se sumará otro factor como es la producción propia de baterías, en la que Tesla trabaja desde hace algunos años, y que sin duda será un punto de inflexión enorme para un fabricante que a pesar de las llamadas de su presidente de que las acciones estaban sobrevaloradas, continúa en una carrera llegando esta semana los títulos a los 940 dólares. Un máximo histórico para los norteamericanos que se produce además en un momento de zozobra para la mayor parte de la industria automovilística.
Model 3 low cost
Esta dinámica nos lleva a pensar en los próximos movimientos de Tesla. Uno de ellos sin duda será la puesta en marcha de un Model 3 de bajo coste. Un movimiento arriesgado ya que supondrá devaluar algo la marca o la imagen diferenciadora que le caracteriza, pero que por otro lado les permitirá atacar un mercado masivo que absorba su cada vez mayor volumen de producción.
Un Model 3 Standard, con 55 kWh, en un pack formado por celdas LiFePO4 que le permitirán lograr una autonomía de 400 kilómetros WLTP, dotado de Autopilot básico, y todo con un precio por debajo de los 40.000 euros. Sin duda una propuesta de lo más jugosa que incentivará a la competencia a rebajar precios de algunos modelos.
Un movimiento que no debería tardar en producirse, ya que los acuerdos de suministro están firmados y solo es cuestión de poner en marcha las líneas de fabricación y comenzar a enviar baterías a las fábricas. Algo que podría suceder este mismo verano, para de esa forma poder contar con un Model 3 low cost en otoño.
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