El grupo chino Envision busca espacio para levantar una fábrica de baterías para coches eléctricos en España o Francia

Europa parece que ha despertado de su letargo en cuanto a la producción de baterías para coches eléctricos. Y es que el fuerte incremento de ventas, y el impacto de la pandemia, ha acelerado los planes de muchos desarrolladores que buscan sacar partido al potencial del mercado europeo. Uno de los últimos es el potente grupo chino Envision, que busca emplazamiento para una fábrica que dará suministro a los vehículos fabricados en Francia y España.

Algunos recordarán el nombre de este grupo chino que en 2018 compró a Nissan su división de baterías AESC, que abandonaba la propiedad de los japoneses después de siete años produciendo celdas y packs en Reino Unido, Japón y Estados Unidos.

Ahora Envision busca expandir sus operaciones y después de poner en marcha fábricas de baterías en China, Estados Unidos, Reino Unido y la propia Japón, ha decidido ampliar su capacidad con una nueva instalación que según los rumores se situará en Francia o España.

Esta supondrá la inversión de varios cientos de millones de euros, la creación de miles de puestos de trabajo, y estará operativa en 2023. Algo que supondrá comenzar los trabajos como muy tarde a lo largo de 2021.

Una de las razones que aluden a este inesperado movimiento, al contar Envision con la antigua planta de AESC en Reino Unido, es la incertidumbre creada por el Brexit que ha llevado a la empresa china a cancelar los proyectos de ampliación de esta fábrica y afrontar el reto de levantar una nueva en el continente.

Este se encargaría de producir la quinta generación de baterías NCM 811 (80% de níquel, 10% de cobalto, 10% de manganeso) que tendrán una densidad energética de más de 300 Wh/kg (volumétrica de entre 600 y 650 Wh/L). Esto es un aumento notable respecto a las celdas de cuarta generación, que consiguen 224 Wh/kg (460 Wh/L). Unas celdas que según el fabricante, además de una mayor densidad energética que las actuales, contarán también con una mayor durabilidad y una mejor gestión térmica.

Ahora queda por ver qué decisión toma la empresa que debería cerrar el acuerdo por el suelo o las instalaciones antes de terminar este año, y que sin duda será una buena noticia para el ganador que logre llevársela a su terreno en un duro momento en lo económico donde cualquier buena noticia tiene una especial relevancia.

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