Tras casi una década con el i3 siendo su único estandarte dentro de la movilidad 100% eléctrica, el fabricante alemán BMW se encuentra en plena expansión de su gama «i»: a los recientemente presentados SUV iX3 e iX se unirá en 2021 la berlina i4, mientras que de cara a 2022 está previsto el lanzamiento de los iX1 e i7, que se convertirán respectivamente en el modelo de acceso y en el buque insignia de esta familia de modelos.
La estrategia de electrificación de BMW se basará, por el momento, en el uso de plataformas multienergía adaptadas a trenes motrices térmicos (gasolina y diésel), híbridos enchufables y eléctricos. Esto permitirá a la marca reducir los costes de desarrollo de sus modelos eléctricos y utilizar líneas de producción comunes, entre otras cosas.
Sin embargo, Frank Weber, director de desarrollo de BMW, cree que si la industria automovilística no comienza a utilizar más energía de origen renovable en el proceso de producción de coches eléctricos, las emisiones de dióxido de carbono aumentarán durante la transición a la movilidad eléctrica en lugar de reducirse.
«La movilidad eléctrica aumentaría las emisiones de dióxido de carbono por vehículo en la cadena de producción en más de un tercio para 2030. Queremos evitar eso y reducir las emisiones de dióxido de carbono hasta en un 20% en comparación con 2019. Ya estamos produciendo celdas y módulos exclusivamente con electricidad sostenible. La movilidad eléctrica solo funciona si cerramos los ciclos de los recursos. De lo contrario, solo cambiaremos las emisiones de la conducción a la producción».
De acuerdo con Weber, la clave para asegurar la sostenibilidad de los coches eléctricos radica en la producción y el reciclaje de las baterías. Además, también cita el tamaño del propio pack como un punto importante, pues cuanto más grandes son las baterías, menos ecológicas resultan, algo de lo que ya han alertado con anterioridad otros expertos.
«Por supuesto, puede resolverse el ‘range anxiety’ alcanzado un umbral de autonomía razonable. En nuestra opinión, ese umbral está entre los 500 y los 600 kilómetros«. Por el momento BMW descarta fabricar sus propias celdas. «Desde la perspectiva actual, no produciremos celdas para nuestros vehículos porque la tecnología está cambiando. No sería el momento adecuado para empezar a producirlas».
Fuente | Auto Motor und Sport
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